1. La profesora Helena


    Fecha: 19/09/2017, Categorías: Hetero Autor: oscareduardo, Fuente: SexoSinTabues

    ... cuando sentí que corrían mi cobija, asustado me quedé quieto, en efecto una mano subía por mi pierna en forma muy lenta, al principio quise hablar pero dejé que la mano siguiera deslizándose para saber al menos donde se dirigía. Su objetivo no era otro que mi pene, una delicada mano había llegado a mi verga, empezó a acariciarla muy suave al principio, luego fue apretando más hasta que la mano tomó la tan anhelada presa, simulé estar muy dormido y haciendo un ligero giro quedé en una posición boca arriba que facilitaba al máximo cualquier caricia que quisieran hacer , no tardó mucho en sentir en mi pene una lengua que se deslizaba en mi glande y luego el chupón de una boca ansiosa, quise gritar de la emoción pero me aguanté, luego dos o tres chupones más y la persona que estaba en mi cuarto desapareció. Quedé sumido en la más grande incertidumbre …quién era esa persona ? por fin me cogió el sueño y al otro día lo primero que me acordé fue del pequeño incidente, un corrientazo me pasó por todo el cuerpo y una leve erección trató de insinuarse…lo que si tenía claro era que lo mamaba delicioso. De pronto oí la voz de Andrés que me llamaba para tomar el desayuno. Sus padres ya habían salido y a pesar de que trataba de buscar en la cara de Andrés alguna señal de ser la persona de la caricia nocturna o lo disimulaba muy bien o no era él. Y si no era él entonces quien…? Habían pasado unos quince días del suceso referido cuando Andrés me invitó a su casa de campo junto con sus ...
    ... padres en las afueras de la ciudad, acepté complacido y muy el viernes por la tarde nos fuimos para su cabaña. Estaba bastante retirada de la ciudad en una zona de espesa vegetación, era una casa pequeña que constaba de tres alcobas, una sala grande , una pequeña cocina y dos baños . Al llegar empezamos a asear el sitio y arreglar las cosas para nuestra estancia, don José notó con preocupación que faltaban varias cosas esenciales, el problema era que había que traerlas de muy lejos. De inmediato llamó a Andrés para que lo acompañara, caía la tarde y el trayecto era largo. Me pidieron que me quedara acompañando a doña Helena, asentí sin dudarlo y ellos partieron. Doña Helena se había retirado a su cuarto para cambiarse de ropa y asear un poco el cuarto, yo hice lo mismo con el cuarto de huéspedes que se suponía iba a ser mi alcoba aunque tenía que compartirlo con Andrés. Entré a uno de los baños para tomar una ducha, estando allí me acordé del incidente de la noche anterior y como estábamos los mismos personajes deduje que podía presentarse de nuevo esta situación. De solo pensarlo me excité, aunque no sabía quién era lo que si sabía era que deseaba repetir esa experiencia, aún recordaba nítidamente la mamada de verga más deliciosa en mi corta vida y lo peor era que había quedado inconclusa. Salí del baño y quede estupefacto, en la sala estaba doña Helena, se había despojado de su ropa holgada y ahora llevaba un short ajustado que delineaba un cuerpo espectacular, caderas amplias y ...
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