1. El albañil en la azotea


    Fecha: 02/02/2020, Categorías: Anal Hardcore, Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    Víctor salió de viaje esa tarde; por un par de días apenas, según me dijo.Mientras lo llevaba hacia el aeropuerto, me advirtió que al día siguiente vendría a casa el albañil que le había recomendado Jorge, el esposo de mi amiga Helena. Teníamos una filtración de agua en la azotea y era necesario repararla, para evitar que entrara humedad por el cielorraso.Mi adorado esposo no se daba demasiada maña para esos trabajos de albañilería y prefería contratar un especialista. Me aseguró que lamentaba tener que ausentarse justo el día en que este hombre vendría a hacer el presupuesto por el trabajo.Al día siguiente a media mañana, se presentó en la puerta Daniel, el famoso albañil. Era un chico joven y muy musculoso; que se dedicaba a hacer este tipo de trabajos mientras estudiaba Arquitectura…Lo llevé a la azotea para que pudiera verificar la zona afectada. Mientras se movía y tomaba algunas medidas, yo no podía evitar dejar de ver su cuerpo musculoso. En algún momento ese chico se dio cuenta de que yo estaba totalmente extasiada mirando su cuerpo…Finalmente se incorporó y comenzó a hablarme sobre el presupuesto del trabajo, que me pareció algo bastante razonable.De repente cambié de tema y le dije que su cuerpo estaba muy trabajado y tenía una musculatura increíble. Daniel sonrió y me mostró sus bíceps…Me dijo que practicaba kickboxing y por ello tenía varias fracturas y algunas cicatrices en todo su cuerpo. Me preguntó si quería verlas. Antes de que yo pudiera responder, se bajó ...
    ... los pantalones hasta la cadera, para mostrarme una cantidad impresionante de moretones en sus muslos y pantorrillas.Yo me quedé pasmada más que por sus impresionantes extremidades, por el bulto que se veía colgando en su entrepierna; apenas cubierto por sus calzoncillos. Aunque se lo veía todavía dormido, era de un tamaño enorme.Tuve que hacer un tremendo esfuerzo para que Daniel no notara que mi vista había quedado orientada a la magnificencia de su verga oculta. En su bajo vientre solo había un poco de vellosidad oscura, a continuación de ese pubis que me tenía totalmente embelesada.Noté que sonrió. Y entonces maliciosamente me dijo:“Mire aquí, señora, toque esta cicatriz de hace mucho tiempo. Se siente como un nervio debajo de la piel, pero es por un mal trabajo de sutura…”Sin saber por qué le obedecí y me incliné un poco hacia él; para tocar esa antigua cicatriz que estaba muy cerca de su ingle.Me hinqué y en cuanto las yemas de mis dedos palparon lo que me había indicado, pude comprobar que su verga se despertaba de su letargo… Fue algo tan rápido que, en apenas tres segundos, su glande y una buena parte de esa verga se asomaron por encima de los calzoncillos.Sin dejar de acariciar la cicatriz de su pierna dura como roca, volteé mi cabeza hacia arriba y nuestras miradas se cruzaron. El muy turro sonreía sabiendo lo que me estaba pasando. Entonces comprendí que él ya se había dado cuenta del efecto que había provocado en mí su cuerpo…Pasaron un par de segundos. Sin apartar ...
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