1. El albañil en la azotea


    Fecha: 02/02/2020, Categorías: Anal Hardcore, Sexo con Maduras Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... mi mirada de la suya, mi mano guiada por un poderoso instinto fue directamente a ese pedazo de carne… Sentí que esa cosa enorme palpitaba entre mis dedos. Acaricié la punta de su glande y Daniel cerró los ojos, anticipándose al placer que vendría…Entonces como si fuera casi un acto reflejo, mi boca se apoderó de esa hermosa pija. Bajé los calzoncillos hasta sus rodillas y lo pude ver entero: era perfectamente simétrico, con las venas bien marcadas y ligeramente curvado hacia arriba. Entraba y salía de mi boca hambrienta. Lo abarqué con mis dos manos y todavía quedaba algo más como para atragantarme. Succioné muy rápido y con desesperación. Él solo gemía y entonces me tomó de la nuca; haciéndome tragar casi toda esa hermosa verga hasta el fondo de mi garganta. Sentí que me asfixiaba y tuve arcadas mientras buscaba desesperada la manera de respirar; hasta que el chico aflojó la presión de sus manos en mi nuca…Comencé de nuevo; lamiendo con rapidez su grueso glande, al mismo tiempo que masajeaba con mis dos manos todo el largo de la verga.Fue demasiado para este chico. No pasó ni un minuto cuando sentí ese sabor agridulce. Acabó dentro de mi boca, de manera tan profusa, que apenas pude tragar un poco de semen caliente, mientras el resto se deslizó por la comisura de mis labios y cayó al suelo.Me levanté y cuando lo iba a besar en la boca, él dudo un poco. Pero pude convencerlo y aceptó que mi lengua se enredara con la suya.Su excitación pareció crecer otra vez en apenas ...
    ... segundos; ya que de repente dejó de besarme y me volteó de manera un tanto violenta, empujándome desde atrás contra la pared que separaba la terraza de la casa de mis vecinos. Me bajó los pantalones de gimnasia y mi tanga de un solo tirón.Una mano me sostuvo por la cintura, obligándome a apoyarme contra la pequeña pared y la otra comenzó a acariciar mis labios vaginales, provocándome una humedad inusual…Se inclinó hacia mí, me besó suavemente la nuca y susurró a mi oído:“Te doy por esta concha mojada o vas a dejarme que te rompa el culo?”Le dije que por el culo no; la tenía demasiado gruesa y podría llegar a desgarrarme con semejante tamaño de verga. Entonces Daniel sonrió y me empujó más todavía contra la pared.Sentí que escupía en mi entrada trasera y antes de que yo pudiera protestar, me metió un dedo bien grueso que traspasó mi esfínter sin dificultad.Intenté debatirme al adivinar sus intenciones; pero Daniel volvió a sujetarme más. De repente sentí que me partía en dos partes. Sin nada de piedad, su poderosa verga comenzó a abrirse paso en mi recto. Quise aullar de dolor, pero Daniel me tapó la boca con una mano y empezó a bombear, provocándome un ardor insoportable.Después de unos pocos segundos, ese dolor se convirtió en placer…Un placer morboso, libidinoso, intenso. Daniel me la metió muy profundo y siguió bombeando con intensidad, mientras jadeaba y sudaba al sol…Ahora mi culo ya se había amoldado al tamaño de esa verga enorme y entonces comencé a empujar hacia atrás al ...