1. Cornudo desde una jaula


    Fecha: 05/02/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Moncho37, Fuente: CuentoRelatos

    ... como ninguno de los dos estábamos en plenas facultades como para terminar echando un polvo de los que se recuerdan durante semanas, acabamos montándonos un sesenta y nueve en el que mientras Laura se tragaba mi polla con avidez al tiempo que me masajeaba los huevos, yo le comía el coño con todas las ganas y le metía uno de mis dedos en el culo intentando proporcionarle el mayor placer posible.
    
    Los dos experimentamos una buena corrida aquella tarde, pero no lo suficientemente placentera como para calmar la calentura acumulada durante la comida, y fue entonces, cuando recostados los dos en nuestra cama, comenzó realmente a gestarse la peculiar infidelidad de la que fui objeto.
    
    Tras la sesión de sexo oral que acabábamos de tener, nos pusimos a comentar lo agradable que sería hacer un intercambio con nuestros amigos, como se lo tomarían ellos y como nos lo tomaríamos nosotros, si llegado el momento, a mí me excitaría ver a Mario follándose a mi mujer o si por el contrario me resultaría doloroso el contemplar a Laura con otro tío.
    
    Del mismo modo, hablamos de cómo soportaría mi mujer el ver a Ana María haciéndome una mamada en toda regla, o si sería capaz de sostenerme la mirada mientras enculaba salvajemente a nuestra amiga. Para ser sinceros, los dos albergábamos serias dudas de cuál sería el resultado tras un hipotético intercambio con Ana María y Mario, ya que, hasta el momento, nuestra más excitante travesura se había producido unos meses atrás, cuando en una noche en ...
    ... la que habíamos ingerido más alcohol del recomendable, nos metimos en un club liberal de nuestra ciudad y Laura me hizo una soberana paja delante de otra pareja que hacía lo propio mientras nos contemplaban, pero eso había sido todo.
    
    El caso es que, medio en broma medio en serio, mientras continuábamos sobre la cama metiéndonos mano, uno de los dos, o quizás conjuntamente, (es difícil recordar las palabras exactas que pronuncias cuando la cabeza te da vueltas), decidimos hacer una especie de sorteo de fantasías que los dos nos comprometíamos a llevar a la realidad, o al menos intentarlo.
    
    En resumidas cuentas, no se nos ocurrió otra cosa que escribir cada uno de nosotros nuestras tres fantasías más deseadas en otros tantos papelitos que doblamos cuidadosamente sin revelar su contenido a nuestra pareja. Cada notita debía de contener una única palabra en relación con la fantasía deseada, y el ganador del juego no desvelaría ni una sola pista hasta que llegara el momento de materializar el deseo premiado.
    
    Como os podéis imaginar, en el primer papelito yo escribí la palabra intercambio, en clara alusión a arriesgar nuestra amistad proponiéndoles el mismo a Ana María y Mario. En segundo lugar, elegí la palabra lesbiana, con la esperanza de montarme un trío con mi mujer y alguna otra chica cuya única condición que debería cumplir sería la de ser lesbiana. Como último deseo escribí la palabra cine, ya que desde bastante tiempo atrás pensaba proponerle a mi esposa el visitar ...
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