1. Cornudo desde una jaula


    Fecha: 05/02/2020, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Moncho37, Fuente: CuentoRelatos

    ... un cine porno, donde intentaría echarle un polvo a la vista de todos, y si alguien se apuntaba a la fiesta, tanto mejor.
    
    Con los seis papelitos ya escritos y doblados de forma que cada uno pareciera una pequeña canica, Laura tubo la genial idea de juntarlos todos en uno de los cazos de su sostén, y después de remenearlos durante unos segundos, me tapó los ojos con una mano y me acercó el sujetador a la boca para que con mis labios sacara la nota con la fantasía premiada. Acto seguido, y demorando morbosamente el instante de desvelar cuál de nuestros sueños sería cumplido, Laura depositó las cinco bolitas de papel restantes en el cenicero, y con absoluta parsimonia les plantó fuego con el encendedor hasta que de ellas no quedó más que ceniza. Por fin, desnudos como estábamos sobre la cama, mi mujer cogió el papelito que yo aún conservaba entre los labios y con una maliciosa sonrisa en la boca lo fue desenvolviendo con lentitud.
    
    —Coca cola de dos litros —Me dijo pasándose la lengua sensualmente por los labios y enseñándome el arrugado papel para que yo también pudiera leerlo— Parece que la fantasía ganadora es mía.
    
    Me quede totalmente anonadado. ¿Coca cola de dos litros? ¿Qué coño quería decir eso? Sin lugar a dudas, Laura había sido mucho más imaginativa que yo al elegir las palabras a escribir, y no tenía ni la menor idea de a que podía referirse con aquello.
    
    —¿Coca cola de dos litros? —Pregunté yo con la mayor cara de asombro que era capaz de poner— Esto lo vas ...
    ... a tener que explicar. ¡¡¡Joder!!! habíamos quedado en escribir palabras que dieran una mínima pista sobre la fantasía.
    
    Pero Laura se limitó a sonreír con malicia y a encogerse de hombros. Luego, tras una expresión que indicaba claramente que estaba pensando, volvió a poner cara de coqueta para contestarme:
    
    —Déjalo todo en mis manos y no te preocupes de nada. —Me dijo con una suave caricia de sus dedos sobre una de mis mejillas— Creo que podremos realizar la fantasía en tres o cuatro días. Mientras tanto, tendrás que vivir con la duda.
    
    A partir de ese momento continuamos haciendo nuestra vida cotidiana. Yo no dejaba de pensar a cada rato que me estaría preparando mi mujer, y aunque cada día que pasaba le instaba en varias ocasiones que me adelantara algo de lo que se avecinaba, ella seguía sin soltar prenda. Los supuestos tres o cuatro días pasaron sin que aconteciera nada nuevo, excepto que yo no hacía más que devanarme los sesos intentando relacionar las ya famosas cuatro palabras de la notita con alguna fantasía que Laura me hubiera contado en uno u otro momento. Cuando le pedí explicaciones debido a que el tiempo de espera previsto ya había pasado y no solo no habíamos realizado fantasía alguna, sino que además ya llevábamos tres días sin echar un polvo, ella únicamente me comento:
    
    —Es cierto que he tenido ciertos problemas digamos... de comunicación, pero ya está casi todo listo para darte una sorpresita el próximo sábado. Y en cuanto a tu segunda queja, que ...
«1...345...15»