Viaje de trabajo: Otra historia con mi jefe
Fecha: 07/02/2020,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: Wild Skin, Fuente: CuentoRelatos
... brazos con firmeza y me lanzó sobre la cama. Caí boca abajo y me quedé así. Él se montó sobre mí, aparto el hilo de mi culo, abrió mis nalgas con sus manos y lo que sentí fue su lengua en mi agujero. ¡Qué delicia!... caliente e inundado de saliva me lamía y pasaba sus dedos con suavidad por la piel sensible de mi ano. Las cosquillas corrían por mi espalda, su lengua pasaba sin límites, daba círculos, me penetraba con ella y yo lo dejaba, relajaba mis músculos para que me entrara toda su lengua aunque sólo metía la punta… yo estaba volando de placer, él besaba mis nalgas, fue delicado y muy íntimo, sus caricias dejaron de ser agresivas, me penetro con sus dedos pero con cuidado, metió uno luego dos, tres y hasta cuatro dedos juntos, luego regreso con su lengua sedosa. Con cada lengüetazo arqueaba mi espalda y gemía luego me relajaba.
-rico mami, ¿te gusta que te chupe el culo? pero te va a gustar más cuando te lo meta todito en un rato.
-me fascina papi, me encanta que me hagas lo que quieras… no sabes cuánto deseo que me cojas bien rico. Anda… dame guevo nene, quiero que me des bien duro y que me partas el culo con ese guevote.
Esas palabras lo pusieron a millón y aún boca abajo sentí su peso sobre mis piernas, pero esta vez tampoco fue tan brusco… me sorprendió sentir que pasaba su verga bien tiesa por mis nalgas, y luego me acariciaba el hoyo con la cabeza rosada… más cosquillas, mas placer… no quería que acabara.
-Anda papi métemelo rico, mi culito lo quiere, ...
... anda cógeme rico y lléname de esa rica leche que tanto me gusta.
-Recuerda que el jefe es quién manda, así que te esperas perra, te lo voy a meter cuando a mí me dé la gana OK?
¡Volvió mi macho!! Hundí mi cara en la almohada y recordé un mal chiste contra los gay… “muerde almohadas” y pensé en silencio: “yo si muerdo almohadas y me encanta sobre todo cuando me duele el culo por un buen trozo de guevo clavándome rico”.
Él seguía divirtiéndose con mi ano, metía sus dedos luego su lengua, y no paraba de decirme cosas sucias, hasta que en medio de tanto manoseo me lo clavó, y esta vez no me dolió tanto como otras veces. Claro, el muy sinvergüenza me lubricó y me estimuló para que mi ano dilatara mejor, sin darme cuenta se gozó mi culo y me relajó tanto que ahora me estaba cogiendo bien sabroso, yo seguía boca abajo en la cama y mí hombre arriba haciendo todo el trabajo, yo sólo me ocupada de arquear mi espalda y levantar mis nalgas para él.
Su respiración se hizo cada vez más fuerte y caliente, jadeaba en mi espalda y sentí gotas de su sudor caer sobre mí, se movía más rápido me daba más duro. Apoyó todo su pecho en mi espalda y su barba raspaba mi cuello, eso producía más erizamiento, me dio algunos besos, apretó mis manos, yo estaba crucificado de espaldas, clavado en su estaca.
-ya viene tu leche perra, ya voy a acabar, uffff esto es demasiado rico, tu culo está muy bueno perra, vamos levanta esas nalgas y disfruta tu guevo… uffff aquí viene rico, ahhh siii rico… ...