los olores de la abuela - Relatos Eróticos

los olores de la abuela

... subió el camisón y termino su mamada haciéndome acabar totalmente. Luego se desnudo y sin decirme nada, ni yo tampoco se subió y sentí su preciosa pija deslizarse hacia mis entrañas por primera vez. Me dijo solamente, te estas cuidando o la saco, no hijo déjala gozar a tu madre hasta tu última gota. La verdad no me estaba cuidando, que inconsciente. Luego fue por años mi macho, se caso, tuvo a su hijo y perdió a su esposa y yo seguía siendo su amante secreta, un buen día encuentra novia y se va del país, dejándome a quien con el tiempo fue su reemplazo en mi concha pero en mi corazón sigue siendo mi hijito. Sale apresurado para llegar luego que ellos. Regresan mi nuera y mi nieto, agitado para contarme todo el paseo y preguntando por papa, salió luego de Uds. y todavía no regreso, les comento con mi mejor cara de abuela. Mi actual nuera es una mujer bella, es dos años mayor que él, abogada y máster en diplomacia recibida en USA, de familia tradicional, muy a la moda y de modales delicados, muy culta y atenta, me trajo una capa de fiesta, una maravilla, pero no sé cuando tendré alguna oportunidad de estrenarla. Conto que se quedaran una semana y que ya programo otra salida con el pendejo, parece que se llevan bien y yo me relamo para ver si tengo en esa ocasión otra revolcada con mi hijo. Ha! Y me dijo, el sábado tenemos una recepción en la embajada de ...

... un país amigo, estamos todos invitados, el pendejo me dice abu, te pondrás la capa, cierto?. Si seguro y tú por fin te pondrás traje y corbata. Mi nieto me comento que a todos se lo presento como su hijo, no con el tan feo nombre de hijastro, me dijo es una mina muy piola, el viejo tiene buen gusto. Nene, no te la querrás coger también a ella, no que va, es de papa. Que turro no me dijo que no lo hacía para no cornearme o porque me ama a mi solamente. Al otro día el padre salió a pasear con su hijo y las mujeres a la peluquería. Por fin salimos los cuatro, fue una noche deliciosa y no me faltaron miradas de viejos babosos, aun aquellos junto a sus gordas esposas, pensé si me descoco aquí hago un zafarrancho. Mi hijo capto mi éxito y mucho no le gusto, mientras el nieto ni se dio cuenta. El miraba a una que otra pendeja y no muy pendeja sobre todo sus culos, cosa que a mí me impacientaba. Había un cruce de deseos incumplidos entre los elegantes asistentes. Lo cierto que era encantadora la anfitriona y la fiesta en sí, hasta baile con mis dos machos. La capa un éxito lástima que hubo que dejarla en el guardarropa. Por fin otra tarde la madrastra sale con el chico y su papi me vuelve a amar con pasión, fueron dos polvos maravillosos, lástima que ya se han ido y con mi nieto me consuelo, pensando en la poronga lejana, mientras gozo a su pequeño reemplazo.