1. Anita en una fiesta con clientes


    Fecha: 07/02/2020, Categorías: Anal Sexo con Maduras Voyerismo Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster

    ... preparaba su verga, el tipo mantuvo sus dedos dentro de la concha de Ana para lubricarla un poco más.Me pareció que transcurría una eternidad, mientras esperaba que ese tipo la montara. De repente me preguntó: “A su mujer le gusta que le den por el culo…?”Antes de que yo reaccionara y pudiera decirle que no; Anita alegremente dijo que sí…El tal Darío que había llegado después sonrió y se hincó frente a ella.El primer extraño abrió los cachetes de Ana y se hundió en un solo golpe hasta el fondo en la caliente y humedecida concha de mi mujercita. Ella lanzó un largo gemido; pero enseguida su amigo deslizó su gruesa pija entre los delicados labios rojos de Ana y ella ya no pudo exhalar ningún otro sonido.Por casi diez minutos estuvieron ambos hombres bombeándola por los dos extremos. Sus cachetes parecían abrirse más en cada embestida. Cada vez que el otro hombre entraba en su boca; ella echaba la cabeza atrás para que esa verga entrara más a fondo…Sin todavía acabar en ella; ambos hombre cambiaron posiciones. Esta vez Ana tuvo que dejar de comer esa verga para poder aullar el orgasmo que le había provocado la dura pija del tal Darío en su hambrienta concha.Después el primero quiso experimentar en el culo de Ana.La levantó sobre la mesa y la hizo acostar de espaldas. Le metió la lengua en el estrecho orificio anal y lo lamió hasta que ella relajó bien sus músculos.Finalmente el hombre sujetó las pantorrillas de Ana en el aire y empujó despacio sobre su apretado esfínter anal. ...
    ... Ella gritó… y bastante.Pero el hombre insistió y volvió a empujar; haciendo que Ana también aullara de dolor.Esta vez ya no sufrió demasiado; ya que el primer hombre pudo aguantar muy poco.Dio apenas unas cuatro bombeadas y acabó gruñendo mientras descargaba su semen en el ano de mi delicada esposa.El tal Darío también quería un poco de acción anal; apenas su amigo se salió, él volteó a Ana boca abajo sobre la mesa y también la penetró por el culo.Luego de algunos embates, la levantó y la hizo apoyar contra una pared.Así la bombeó de pie; sin nada de misericordia.Mientras la sujetaba por las caderas, sus dedos hurgaron la enfebrecida vagina de mi esposa; que necesitaba eso con muchas ganas.Antes de que él le llenara el ano con más semen; Anita aulló y acabó en sus dedos…Ambos hombres arreglaron sus ropas con rapidez y abandonaron el lugar en silencio.Me senté en una silla; observando el desastroso estado en que habían dejado a mi mujercita. Su vestido seguía enrollado en la cintura y tenía manchas de semen y arañazos en sus muslos y cachetes.Tenía los ojos vidriosos, pero se las arregló para enfocarme con ellos; especialmente la erección que yo llevaba bajo mis pantalones.“Ahora es tu turno, mi amor…” Susurró muy sensualmente y acercándose a mí.Se quejó de que estaba bastante dolorida; pero agregó que seguía también muy caliente y quería terminar conmigo. Se inclinó sobre mi verga erecta y me dio una excelente mamada.Yo realmente quería cogerla; pero de repente exploté en su ...