1. Al fin fui mujer


    Fecha: 09/02/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    Tengo 17 años, me llamo Gabriel y lo que aquí relato sucedió hace un año, desde chico me atrajeron mas los hombres que las niñas de mi edad, aunque esto no era impedimento para que alguna de las compañeras de la escuela quisieran andar conmigo ya que, modestia aparte, soy atractivo, de rasgos finos y cuerpo delineado, sin embargo mi cuerpo comenzaba a desarrollarse de manera diferente a la de mis amigos, mis caderas se estaban ensanchando aún sin ser de complexión robusta y mis nalgas sentía que se endurecían pero a la vez se abultaban cada vez más, mis piernas eran delgada y sin el clásico vello que cubre a los hombres, las mías eran esbeltas y blancas, muy blancas, mis pechos cada día crecían tomando una forma femenina, al igual que el resto de mi cuerpo.
    
    Mi madre se hallaba separada de mi papá y se había juntado con otro hombre, que al igual que ella, tenía un hijo pero de 21 años, Manuel, él cual vivía con su mamá y vendría a pasar una temporada con nosotros.
    
    Cuando llego y lo conocí en verdad me impresiono, era alto, moreno y con un cuerpo fenomenal, mi madre lo instalo en la recamara que sobraba y a mi me dijo que tratar de llevarme bien con él, que aunque sin serlo él sería como mi hermano.
    
    A los pocos días empecé a notar como Manuel me miraba, había algo en esa mirada que me desconcertaba hasta que un día sin mas me dijo -¿Eres putito…?-, no supe que contestar y ofendido me fui a mi cuarto.
    
    Al siguiente día después de que mi madre y su pareja se habían ...
    ... marchado al trabajo, me metí a bañar para irme a la escuela y estando bajo la ducha escuche como tocaban a la puerta y la voz de Manuel pidiendo que le abriera porque iba a orinar, le abrí la puerta y seguí bañándome, nuestro baño por ser pequeño no cuenta con separador entre la regadera y la taza del baño por lo que Manuel podía verme al igual que yo a él, cuando saco su miembro para orinar, no pude resistir mirárselo y ahí me di cuenta del tamaño que tenía, aún en estado de flaccidez, era un bello ejemplar masculino, yo que ya les había visto el miembro a varios compañeros de mi colegio y pensaba que algunos lo tenían grande, me quede perplejo al mirar el que Mnuel sostenía con sus manos mientras orinaba.
    
    Él se dio cuenta de mi insistente mirada hacia su miembro y sin dejar de tocárselo dirigiendo su mirada hacia mi trasero, me dijo -¡Que ricas nalguitas tienes Gabriel…¡-, yo todo apenado me voltee hacia la regadera e instintivamente trate de cubrirme mi colita pero el recalcó, -¡Voltea para acá, quiero que veas esto¡-, y al voltear vi como su miembro había crecido alcanzando una considerable dimensión, era en verdad exagerado el tamaño que esa cosota tenía, sin contar con lo grueso que estaba, Manuel jaló el pellejo hacia atrás y apareció una enorme cabeza que parecía un durazno, yo no podía apartar la mirada de aquella cosota, -¿Te gusta…? ¿Habías visto algo así…?-, quise articular alguna palabra y no pude, me quede mudo, por lo que el se acerco hacia mi y me dijo, ...
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