1. Al fin fui mujer


    Fecha: 09/02/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... me vas a mamar la verga todos los días antes de irte a la escuela…eso será tu desayuno putita, para que vayas agarrándole sabor a mi verga…el sábado que los rucos se vayan a Cuernavaca, te voy a meter la verga…y ya sabes si dices algo putita…¡-, y se marcho a su cuarto, yo como pude me limpie sus mecos, me vestí y me fui a la escuela, cuando regrese en la tarde él me recibió como si nada hubiera pasado, poco después llegaron nuestro padres y todo quedo en la normalidad.
    
    Era miércoles, así que el jueves y el viernes Ángel me volvió a obligar a mamar verga, situación que a mi me estaba gustando, sin embargo tenía temor de quedarme solo con él el fin de semana ya que había amenazado con meterme esa enormidad y yo era virgen.
    
    La mañana del sábado nuestros padres se marcharon a una casa de campo que tenemos en Cuernavaca y nos dejaron solos, regresarían hasta el domingo, así que serían dos largos días a solas con Manuel, en cuanto ellos se marcharon Manuel me llevo al cuarto de nuestro padres y sacando el cajón donde mi mama guarda su ropa interior me dijo, -¡Ponte unos calzones rojos que tenga tu mamá, un brasier y una bata de dormir de ella y bajas a la sala…rápido…¡-, y se salió para dirigirse a la sala donde me esperaría, yo estaba confundido y no atinaba a hacer eso cuando desde la sala me grito que me apurara o que si no subía por mí, creo que tarde en reaccionar hasta que un jalón en mi pelo así como una bofetada me hicieron reaccionar, -Que no entiendes…debes ...
    ... obedecer a tu macho…de aquí en adelante vas a ser mi mujer así que obedece puta…¡-, como autómata y con miedo escogí la ropa de mi mama que me pondría, cuando lo hice no lo podía creer, era una mujer, me vi en el espejo y en verdad la ropa me hacía ver como toda una mujer, así vestida con las pantaletas rojas de mi madre, su brasier y el camisón que usa para dormir llegue hasta él quien se encontraba en la sala completamente desnudo y con su verga bien parada, -¡No me equivoque…eres toda una puta…ahorita que te la meta vas a ser toda mía…¡-, yo no decía nada, así que cuando me empezó a tocar las nalgas y a chupar mis pechitos me abandone a sus caricias y fue cuando me empino en el sofá haciendo solo a un lado mi calzoncito rojo y haciendo que yo lo detuviera para él colocar algo como aceite en mi culito y pegar la cabezota de esa descomunal macana en la entrada de mi anito, el cual se fruncía como presintiendo que ese día sería destrozado por esa vergota de grosero tamaño, -¡Por favor Manuel…con cuidado…no me vayas a lastimar…despacito…por favor…aaaahhhhhh….me va a doler…despaciaaaaaaaaaaayyyyyyyyyy….me duele...aaayyyyy…me estas matando….aaahhhhh…sácala…sácala….aaaaayyyyyyyy…..aaayy..¡-
    
    Trataba de quitarme para que esa vergota no siguiera entrando pero él me tenía bien sujeto de la cintura evitando que escapara de mi destino, -¡Ya…ya mi reina…ya te entró la mitad…ya te la comiste casi toda…aaahhhhh…Pinche Gaby…ya te parche…ya…aaahhhh..¡-, mientras yo seguía quejándome ...