1. Albertito 2


    Fecha: 10/02/2020, Categorías: Gays Autor: juanitocaminador, Fuente: SexoSinTabues

    ... golpe los pantalones y el slip. -Me cogés acá o querés que me acueste? Nada había cambiado, seguía siendo el culo express que siempre había sido. Cero erotismo, cero lujuria. -No Alberto, pará, acá estamos solos y no tenemos que vigilar ni cuidarnos de nadie. Sacate toda la ropa, hasta las medias y acostate nene. -Claro, qué boludo! -Si, puto y boludo-, le dije mientras comenzaba a desvestirme. - Ojo con lo que decís. Boludo, sí, puto no. Alberto se acostó boca abajo, llevó sus manos a las nalgas y se las abrió. Como yo no me arrojé sobre él en el acto, las volvió a cerrar, las puso debajo de su cara y se quedó sonriendo, mirándome y meneando el culito mientras canturreba una canción infantil. Me quedé a los pies de la cama mirándoselo. Ya no era ese culito redondo y gordito con formas infantiles que conocía tan bien, ahora tenía un orto increíble, unas nalgas perfectas, un culo como para película porno, con ese mismo vello suave apenas perceptible que tuvo siempre, un culito de esos para sacarle fotos y cogerlo todas las noches. Me arrodillé sobre él, me dieron ganas de mamárselo, pero luego pensé que chuparle el culo a Alberto era como chuparle la pija a todo un regimiento. Mejor no, me escupí la mano y le unté bien el culito con saliva. Me incliné sobre él, le apoyé la verga y con un par de pequeños empujones suaves estuvo toda adentro. Volví a escuchar la queja de siempre. -Uyyy, uyy, uyyy!, que bruto!, duelee. -Dale Alber, si lo tenés re-abierto -Si, pero ardeee. Ahhh, ...
    ... me acordé, sacámela un poquito- De mala gana se la saqué. Fue a su mochila, me dio un frasquito y se puso de nuevo boca abajo abriéndose las nalgas. La etiqueta decía "AnaLove, beste anal gleitmittel"- Me lo regaló un cliente de la peluquería, un alemán que vino a visitar a sus parientes en Quilmes. -Le cortaste el pelo a domicilio y de paso probaste el frasquito? -Sos un mal pensado. Ponete, poneme y no preguntes. Le metí los dedos bien ambadurnados y me lubriqué la pija. Se la volví a meter. Esta vez se deslizó hacia adentro como por un tobogán de agua. Era bárbaro coger con lubricante! Empecé el mete y saca a full, la cama hacía ruido, pero a quién le importaba? Alberto, siempre en silencio. -Te gusta? - Cuando me la saques te doy vuelta y te la doy así sabés si es rica. -En serio?, ay! ya me duele el culo. -Si vos cargame pero apenas te agaches te ensarto. Nada había cambiado. Yo estaba muy caliente y no tenía ganas de ponerme a hablar boludeces mientras me lo comía. Aceleré el ritmo a full, sus nalgas se pusieron rojas, el pubis se me adormecía por la fuerza del golpeteo, la cama hacía un quilombo que se debía escuchar en todo el telo. Le cerré las piernas para aumentar la presión de su esfínter sobre mi pija y le comencé a besuquear el cuello y apretarle los pechitos. Ya me venía, lo sintió y vino de nuevo el "uy, uy, uy, uy". No sé que tenía ese culo, tal vez ese deseo contenido por meses y meses, esas docenas de pajas recordando cuando nos lo garchábamos, pero me sacó ...
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