VILLA MITRE
Fecha: 14/02/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: dulces.placeres, Fuente: SexoSinTabues
... garganta, eyaculó como un caballo y casi me hizo atragantar… pero pude con todo, solo seguí lamiendo y tragando hasta no dejar huellas… Les hice jurar a los tres, esto no había sucedido, jamás había sucedido… Solo nos despedimos, tomé un caramelo de menta para matizar el excitante amargor y el pecaminoso olor de mi boca… Pasaron los días, pensé con la cabeza fría, hasta donde iba a llegar? cuantas veces había dicho la última y cuantas veces volvía a caer ante la tentación de saborear una buena verga, y sabía a qué me exponía, por más que ya tuvieran diecisiete para la ley ellos eran menores, eran mis alumnos, de saberse nadie me sacaría de la prisión y sería la burla y hazme reír de toda la poblada… Mis días en Villa Mitre estaban contados, ese verano renuncié, armé mis valijas y dejé atrás la ciudad, no di muchas explicaciones, no podía darlas… Solo desaparecí, no dejé rastros, solo mis lazos familiares, me fui a vivir a otro pueblo, aún más pequeño, el desolado Rio Colorado, que se levanta a la margen del río de nombre homónimo. Y fue ahí donde planifiqué un antes y después, basta de profesorado, si continuaba con eso volvería a tropezar, así que me empecé a ganar unos pesos dando clases de rehabilitación a personas de la tercera edad. Pasó el tiempo, conocí a Agustín, hijo de uno de los tantos abuelos a los que yo le daba clases, nos enamoramos, nos casamos. Poco después llegó Romina, nuestra hija y hace seis meses Fabricio, nuestro segundo hijo. Y fui muy feliz en mi ...
... nueva vida en Rio Colorado, y si bien visitamos muchas veces Villa Mitre, jamás hablamos de mi oscuro pasado, al menos de la parte sexual con mis alumnos… Ya había dejado en el cofre de los recuerdos toda esa parte de mi vida, pero el diablo siempre mete la cola… Una de mis primas que aún vive en Villa Mitre nos invitó a su fiesta de casamiento, como dije, viajábamos a menudo a mi querida ciudad, y estaba al tanto de su relación y esto no suponía nada, solo una fiesta más. Estoy en una situación un poco rara, mi niño, Fabricio, ha dejado prematuramente de amamantarse, casi no toma teta, sin embargo aún tengo demasiada leche en los pechos y los siento enormes como globos, me da risa, pero es la primera vez que siento que tengo tetas y las siento saltar de un lado a otro. Aproveché la situación así que me compré un vestido entallado en un degradé de colores primaverales, que ajusta en mi cintura y en mis caderas y se amplía a medida que cae el suelo. La parte superior carece de breteles, solo ajusta mis pechos haciéndoles emerger como dos pelotas, la verdad es que a pesar de haber sido madre hace muy poco tiempo, el corte hacía saltar mi instinto felino, usé unos zapatos con poco taco, para no sobrepasar a mi esposo y me corté el cabello a las orejas para lucir unos largos pendientes, me maquillé lo suficiente y resalté mis labios en un rojo fuego. Solo viajamos, presenciamos la ceremonia y luego fuimos al salón, nos acomodamos a la mesa asignada. En verdad me sentía muy sexi, pude ...