1. La lujuria de Edurne


    Fecha: 20/09/2017, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... izquierda, la agarraba los senos. Edurne cerró los ojos para sentir el placer con más intensidad, recibiendo las sacudidas de su compañero en silencio, escuchando sólo el crujido de la cama y su propia respiración entrecortada. Nunca había gozado tanto.
    
    Él se movía sin parar, colocando la palma de sus manos en la espalda de ella, sujetándola por los hombros también, poseyéndola con fuerza, como un toro, embistiendo una y otra vez en un baile continuo de placer… Pero los dos querían terminar de otra manera.
    
    - "Vamos, date la vuelta…"
    
    Ella se tumbó boca arriba, y abrió sus piernas para que él entrase de nuevo.
    
    - "Así, cielo…métemela otra vez, así. Vamos, hasta el final…"
    
    Él apoyó sus manos en el colchón, mientras ella lo rodeaba con las piernas a la altura de su cintura. Y otra vez ese movimiento mágico…, ese placer intenso, indescriptible, esa sensación maravillosa. Edurne estaba la borde del éxtasis, y quería alcanzarlo ya.
    
    - "Vamos…ahora, vamos…Hasta el final".
    
    Entonces sintió toda la potencia de su amante en un golpe de pubis seco y muy fuerte, un golpe que la hizo sentir un escalofrío cálido en el corazón. Los dos se movieron a toda prisa para llegar juntos al orgasmo. Se agarraron fuertemente mientras crecía la velocidad. Ella estaba aprisionada por el cuerpo enorme de su compañero, pero sentía un gusto inmenso cada vez que la punta del pene tocaba el fondo de su vagina. Dos minutos después, los dos estallaron en gemidos, sin darse tregua, moviéndose compulsivamente hasta que desapareció la tensión y llegó la calma.
    
    Quedaron sus cuerpos tendidos en la cama, mirando al techo, sin decir nada, casi sin respirar, agarrados de la mano, saboreando en sus labios la saliva del otro, sintiéndose felices de haber podido sentir juntos esa revolución de amor. Creyendo que es una suerte haber nacido para comprobar qué bello es el ser humano, y cómo se puede gozar entregándose a los sentidos.
    
    Fue una noche que Edurne nunca olvidará.
«12»