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Historia del chip (035): El paquete - Daphne 011
Fecha: 18/02/2020, Categorías: Erotismo y Amor Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... traigan también. Gracias por todo, Te quiere Tu primera hija. La idiota Otro favor: haz que sigan buscando a Renoir. Envió el mensaje y lo borró de la bandeja de enviados. Le entregó la tableta a Daphne. —Antes de que hables con tus padres, quiero que sepas que puedes confiar en mi madre. Más que en mí. No te fallará. Te lo prometo. La voz de Jennifer estaba tan seria que Daphne no tuvo más remedio que tranquilizarla. —Me hará falta con mis padres. Van a coger un cabreo increíble. Ya sabes lo mucho que cuesta la escuela. —Pues si pierdes a unos padres, ganas a una madre— le dijo Jennifer, en plan compasivo. Daphne estuvo veinte minutos hablando con ellos. El paquete con el atuendo de Daphne llegó justo cuando cerró la comunicación. Se quedó intrigada. El mensajero era la enfermera de la mañana. Jennifer no la había visto entonces. —Creí que no volvías hasta mañana— le dijo Daphne. La enfermera le entregó el paquete a Jennifer mientras se encogía de hombros. —Me alegra que estés mejor. En unos minutos te pondrán el sedante de nuevo. —Gracias por haberme traído el paquete. Espero que no haya sido demasiada molestia—reiteró con su mejor sonrisa. —Tu madre es una mujer muy convincente— le explicó la enfermera con una sonrisa igual. Daphne no entendía nada ¿se refería a la madre de Jennifer? La enfermera salió. Jennifer le indicó que se desnudara. A Daphne le pareció bien. Su maldito vestido sólo servía para agobiarla. Una vez desnuda, ...
... Jennifer sacó los zapatos ovalados del paquete. Daphne se los puso y se excitó al sentir su frescor. A1 sacó el vestido. Daphne se lo puso. Miró a Jennifer para saber si debía ponerse el cinturón de castidad. Jennifer no dijo nada. Daphne se apresuró a besarla y dejó que Jennifer le acariciase los pezones a través del vestido. Para notar que se estaba excitando no necesitaba conductividad en los zapatos, pero no pudo evitar percibir como las sensaciones que embargaban sus pies le subían por las piernas y casi podía sentir la nuca erizada. Jennifer le acarició los lóbulos. El paraíso se hizo realidad de nuevo para Daphne. —¿Tienes tiempo o te está esperando? — preguntó Jennifer sin dejar de acariciar los pezones erguidos y desafiantes a través del tejido. —Me esperará— dijo Daphne con una sonrisa. —Bueno, no me puedo decir que me extrañe. Tengo ciertos consejos que no tienes que cumplir, son discrecionales, pero me resultaría placentero que tratases de aplicar. Daphne esperó a que A1 continuarse. —No me voy a meter con tu elección de macho. O cuál de ellos bebe tus vientos, pero si espero que si tienes una cita relajes al hombre la primera media hora. Estés donde estés, mejor si es un lugar público. Sin que te arriesgues demasiado a ser descubierta, quiero que sientas la posibilidad de que os pueden pillar. Un taxi, un baño, que te voy a decir. Me gustaría que las primeras veinte veces con él sólo tengas rápidos de un minuto. Todos los que quieras, pero pídele a ...