1. MI YERNO Y SU VERGA


    Fecha: 18/02/2020, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    ... perfil. Mi nieto en la recámara y mi hija hacía unas cosas en la cocina. En la televisión pasaban un programa soso de concursos, ambos fingíamos mirarlo pero nada de eso, yo concentrada en mostrarme muy puta a mi yerno y él mirándome abiertamente, con descaro. En el colmo de mi calentura, empecé a frotar mi pierna, acariciando los vellos, todo trataba de que pareciera natural. -Qué programa tan bobo, le dije volteándolo a ver. -Sí, es una basura, me contestó. Nuestras miradas se encontraron, él me veía toda. Yo le sonreí, mis ojos clavados en los suyos. Bajé mi pierna y me senté de frente a él. La falda encima de las rodillas, abrí un poco mis piernas, mis muslos expuestos a su vista. Empecé a abrir y cerrar las piernas de una forma natural, como al descuido. No sé que habrá visto él pero me imagino que veía todo. Muslos carnudos, repletos de vellos, una pantaleta blanca al fondo la cual no podía tapar toda la vellosidad de mi vagina, mis zapatillas altas con los dedos desnudos. Todo esto lo hacíamos mirándonos a los ojos. Con la vista le hice una seña levantando las cejas que me enseñara la verga. Él volteó a la cocina cuidando de que mi hija no viera nada. Llevó su mano a su entrepierna y se agarró la verga encima del pantalón el cual formaba un impresionante bulto. Empezó a tallarla y la apretaba, me la enseñaba y se la jalaba como si quisiera arrancarla. Yo lo veía y me ponía más caliente. Apretaba los labios y saboreaba con mi lengua, imaginando tener esa verga en mi ...
    ... boca. Me levanté la falda como por descuido hasta medio muslo y ahí pudo verme toda. -Mamita, dijo él sin emitir sonido, empezamos a decirnos cosas en silencio, palabras cortitas para leernos los labios. -¿Le gusta? Él asintió con la cabeza. -A mi también le dije. Déjeme verla bien. -Abre más las piernas. Me dijo. -¿Asi? Ahí fue donde me abrí toda. Jalé mi pantaleta y la hundí en la papaya. -Qué rico mamita. -Déjeme verlaaaaa, le pedí. Se la sacó, la ví y se la pedía. -Démela, démela toda. -Es tuya mami. Volteábamos hacia la cocina y mi hija seguía en lo suyo. Yo sacaba la lengua y me relamía los labios, él se jalaba la verga de forma impresionante, jalones duros. Se empezó a tallar la cabeza. Yo con la pantaleta bien metida en la concha y con el abrir y cerrar de piernas empecé a sentir mi venida. -Me voy a venir, le dije en total silencio. Él leyó mis labios y me dijo: -Si, vente toda. Empecé a dar pequeños saltos en el mueble, señal inequívoca que me estaba escurriendo. Él detuvo sus movimientos de verga y quedándose rígido empezó a escupir leche la cual caía en su pecho, pantalones y en el piso, fue una venida abundante la que tuvo. Yo quedé ahí, en el mueble, toda sudada, abierta de piernas. Como pude me bajé la falda, me levanté y me fui a la cocina a ver a mi hija. Al pasar junto a él pude verle la verga de cerca, me la comí con los ojos. Le sonreí y le dije: -¡Rica! Después de ver lo que hacía mi hija me fui a mi recámara y me cambié de ropa. Mientras lo hacía me sentía ...