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Una antigua amiga del colegio se convirtió en mi amante
Fecha: 21/09/2017, Categorías: Infidelidad Autor: afuentes, Fuente: CuentoRelatos
... íbamos quitando la ropa... me agradaba ver su piel blanca y a ella le fascinaba mi piel morena. Pero llegó el momento en que la noté nerviosa e insegura. Y entonces simplemente me dijo... - ¿apagamos la luz? A lo que le respondí... - Me gusta lo que estoy viendo y le di un beso en sus carnosos labios... Ella simplemente se dejaba hacer, se notaba que pese a su edad no era muy experta, pero eso no fue impedimento para que ambos disfrutáramos al máximo. Aún recuerdo su piel chinita al contacto de mi lengua con sus pezones. El olor de su sexo húmedo. Sus gemidos mientras le daba sexo oral y sus manos entre mi cabello dejándome saber cómo disfrutaba del momento. Después ella quiso devolverme el placer haciéndome sexo oral y aunque no era muy hábil había algo en ella que me gustaba. Quizás su inexperiencia me abría la posibilidad de enseñarle un mundo nuevo. Entonces decidí enfocarme a su placer de ella. Y que su placer fuera mi placer. Dejé que me tocara como ella quería. Que dejara salir de forma natural todas las caricias reprimidas. Nuestra primera posición fue de misionero para apresurar las cosas, sus gestos, sus mejillas enrojecidas, sus gemidos mientras yo me movía rítmicamente entre sus piernas. Sus besos en mis hombros que a veces eran pequeñas mordiditas. Recuerdo que salí de ella para enfocarme en su cara, en sus labios, en acariciar su espalda con mis manos y frotar sus piernas con las mías... por unos minutos no hubo contacto genital, los besos ...
... no eran tan apasionados y entonces sentí lo que nunca antes. Me vine a chorros. Sus piernas quedaron llenas de semen. Ella sintió el líquido caliente sobre sus piernas y su cara se iluminó como el de una hermosa niña después de haber cumplido con sus deberes. No reparó en que jamás apagamos la luz. Y ahí estábamos los dos. Mirándonos a los ojos. Su placer sí resultó ser mi placer. Tomé una toalla y delicadamente comencé a limpiar sus piernas. No sé qué habrá sido. Pero mi actitud le hizo sentirse bella, atractiva, sensual, tenerme a sus pies limpiándola. Aun nos veo de pie a mitad de la habitación fundidos en un gran abrazo y un gran beso. Nos tiramos nuevamente a la cama, ella jugaba con mi cabello y yo con el suyo... Y simplemente me dijo... - ya te había soñado así A lo que respondí - ¿y que más soñaste? Su respuesta fue una sonrisa pícara. Mi erección había regresado en plenitud y ella nuevamente humedecida... La puse en cuatro a mitad de la cama y comencé a embestirla por detrás... Después la lleve a la orilla de la cama igual en cuatro puntos y yo de pie fuera de la cama la seguí embistiendo con más fuerza. Sus gritos de placer cada vez eran más fuertes así que decidí no cambiar de posición. No sé cuánto tiempo pasó hasta que con una voz entrecortada me dijo. "¿no te cansas?". Le contesté ¿quieres que pare? Ya sin poder hablar y con su cara totalmente enrojecida solo movió la cabeza para decir que no. Después de terminar nos subimos a la cama. Tomé el ...