El Viejo Intruso
Fecha: 25/02/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Duncan58, Fuente: SexoSinTabues
... elucubrando el viejo, …-que pendeja si cree que me voy a tragar eso la muy puta. -Puta, pendeja y muy chula la cabrona¬¬-, dijo Carlos cuando ella se retiró, sin percatarse que Ana había regresado a pedirle algo más. - ¿Qué dijo Don Carlos? – preguntó Ana. El viejo se quedó inmóvil, asustado, sin voltear a verla. Carlos la conocía desde niña y sentía mucho afecto por ella. La había visto convertirse en una hermosa mujer. Había asistido a su boda con Eduardo, pero el verla desnuda teniendo sexo con el albañil, le hizo pasar por alto cualquier sentimiento de cariño en cierta forma paternal. Ana se acercó y lo acarició en la espalda. El viejo no podía aun voltear a verla. - Debemos hacer algo al respecto-, le susurró Ana. Carlos volteó y la miró a los ojos, sonrojado. -La puta fui yo. Muy mal hecho de mi parte. Usted nomás… haga como que no vio y no sabe nada, ¿está bien?, le dijo al tiempo que le dio un rollo con algunos miles de pesos que llevaba preparados por si surgía la una eventual “emergencia”. Carlos tomó el dinero. - Déjame besarte las chichitas y acariciarte un poco Anita -, le dijo. Ana se sonrojó, desbotonó su blusa, y se mostró ante el viejo empleado. Don Carlos se acercó, besó sus pezones, la acarició, la abrazó, y le dio con ambas manos una nalgada en cada nalga. - ¡Andele, por puta y mal portada! -, le dijo Carlos con el tono de un padre paleando a una niña. - ¡Ya váyase a que se la coja el albañil…y tome, no quiero dinero!, le dijo en tono reprimente. - Nomás ...
... cuando vengas a hacer tus cochinadas y me des un pedacito me conformo, ¡ah! Y no engordes como tus hermanas-, sentenció Carlos. Una eyaculación había sido suficiente para el viejo mientras veía el erótico espectáculo. A su edad, no podría más. Inquieta, pero algo aliviada, Ana fue a la casona. Ya caía la tarde y estaba empezando a refrescar. Unos minutos después, regresó a casa de Carlos y le pidió leña para la chimenea, y lo invitó a tomar algo con ellos por la noche. El viejo vaquero aceptó con enorme gusto. Cuando Carlos salió después de dejar la chimenea preparada, Ana fue a donde se encontraba Ramón haciendo las reparaciones. Mientras el albañil limpiaba los desechos de su trabajo, ella le dijo: - Carlos nos vio… ¡todo!. - Ramón quedó inmóvil, sabedor que ella tenía mucho que perder. -Le di dinero por su silencio, pero no lo quiso-, continuó Ana. Ramón la abrazó para calmar su preocupación. - ¿Y qué es lo que quiere el pinche viejo? -, preguntó el. -Me besó las tetas y me dio una nalgada como niña mal portada y me dijo que cada vez que fuéramos a hacer cochinadas que le diera “un pedacito”-, confesó Ana. -Lo invité a que viniera a tomar algo con nosotros en la chimenea- continuó ella. - He estado pensando-, prosiguió, -una loca idea a cambio de su silencio- Intuyendo, Ramón dijo, ¡nooo!, ¿de plano?, pensando que Ana insinuaba tener sexo con Don Carlos. - ¡No seas tonto mi amor!, ¿Cómo se te ocurre eso?, le contestó ella, -ni se le ha de parar al pobre- agregó. -Lo que ...