Mi amiga me enseña a ser trabajadora sexual
Fecha: 25/02/2020,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... cuerpo de ella, mi amiga, más que al del cliente que tuviéramos.
Pero el día llegó. Un sábado por la tarde llegué a la casa de Mery. La primera pregunta fue que ropa interior traía puesta. Me sentí rara respecto a su pregunta.
Yo traía por debajo un brazier de encaje negro y unas bragas que hacían juego, lo clásico, pero interesante de ver. Mery me comentó que bajo su vestido ceñido y negro se encontraba un sostén rojo oscuro semitransparente y unas bragas también negras, tipo tanga. No pude evitar tener imágenes en mi mente.
Pasadas las 20 hs llegó nuestro cliente. Seba era un cliente habitual de Mery, un hombre de 35 años aproximadamente. Tomamos unas cervezas y yo no entendí algunos chistes internos, además de estar algo tensa. Cuando Mery se levantó a fumar un cigarro en el balcón, él se dirigió a mí y comenzamos a charlar.
-Y hace cuánto te dedicas a esto Ana? Te ves algo tímida, eso me excita, debo admitir.
-Llevo un par de meses en esto, y cada vez le agarro más el gusto...
Mentí para sentirme más segura, aprovechando la confianza que me brindaba las buenas latas de alcohol que ya había tomado. Después de todo estaba empezando a sentirme como si estuviera ligando con algún amigo de los que he frecuentado algunas veces.
Cuando menos lo esperé, Seba estaba besándome, ambos en el sillón, muy cómodamente. Sus manos se aferraban a mi cintura y las mías se enredaron en su cabello. Todo resultaba controlado, sencillo, hasta placentero, pues aquel ...
... treintañero no se veía mal.
De pronto sentí como detrás mío en aquel amplio sillón se sentó mi amiga. Ella comenzó a besar mi nuca. Se me erizó la piel completamente. Me puse algo tensa y empecé a sentir muchos nervios.
Ella se acercó a mí oído...
-Tranquila Ana, todo va bien, podemos disfrutarlo y seguir siendo amigas, no va a pasar nada que no quieras.
Mery se levantó y nos tomó de las manos para llevarnos a su cuarto. Su cama grande era muy cómoda para tres personas.
-¿Te parece que hagamos lo de siempre pero entre dos?
-Claro Mery, enseñale a Ana lo que me sabes hacer.
Seba se recostó boca arriba y Mery me empezó a besar la boca. Me sacó la ropa y se sacó su pequeño vestido negro. Luego de eso desabrochó el pantalón de Seba y noté como su miembro brotaba como si hubiera estado aprisionado. Tenía en frente una impresionante erección.
Mery me indicó sentarme sobre Seba y besarlo, mientras ella se dedicaba a lamer semejante palo. Acepté y me dediqué a darle unos buenos besos.
Mientras Seba tomaba mis pechos bajo mi brazier, Mery corrió mi tanguita y comenzó a intercalar lametones a mi coño y al pene de nuestro cliente. Me sentí en la gloria, no creía que recibiría algún pago por esto.
La presión fue subiendo y cuando mis gemidos empezaron a indicar que iba a acabar, Seba se cansó y se levantó.
-El que tiene que acabar acá soy yo pequeñita, me muero por probarte.
Un poco a mi pesar, me dejé hacer, solo quería la lengua de Mery otra vez en mi coño, ...