Ayudando a mi hermana a rasurarse
Fecha: 25/02/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: orestes santoyo, Fuente: CuentoRelatos
... para vestirla escogió un conjunto deportivo de color rosa, luchamos un poco pero quedo vestida y acomodada en el sillón.
Volví al baño ahora para mí y estaba a punto de empezar una maniobra para tranquilizarme cuando me llamo, Salí envuelto en la toalla y yo también me puse unos bermudas y una playera.
-Octavio, necesito que me rasures también abajo, nunca había tenido el cabello tan largo, además no me gusta, ¡anda di que sí! Al decir esto su cara hizo pucheros como cuando era más chiquilla y pedía algo a mi mama o a su hermano consentidor.
Cambiándola de la comodidad del sillón, la ayude a acomodarse en la cama, ya sobre de ella, retire sus pantalones, al colocar una toalla bajo su trasero, levanto la pelvis y pude apreciar de cerca la maravilla de su entrepierna, lo abultado de sus labios exteriores, se me hizo agua la boca y pensé que tenía mucho tiempo de no comerme un coñito así.
Acerque agua, jabón, maquinillas de afeitar, tijeras y otras toallas, trague saliva en silencio y le pedí me explicara como quería el corte.
-Primero con las tijeras, recórtalo por lo menos al ras de piel, después dale con la maquinilla de los lados al centro para dejar solo una línea en forma de flecha o bien como tú quieras, yo lo que necesito es cortarlo, no me gusta que mis dedos se enreden ahí abajo.
Sin pensar en su respuesta pregunte ¿Por qué no te lo rasuras todo? Su respuesta me descoloco a la vez que no sabía yo como continuar.
-Solo una vez me lo quite todo, ...
... pero sé que a los hombres les gusta encontrar algo de pelo ahí abajo, ¿A ti como te gusta?
Me gusta como tú quieras, dije entre dientes y me acerque a ella para empezar.
Con mucho cuidado y sin querer tocarla, con las tijeras empecé a recortar tomando los cabellos entre los dedos, mi mano temblaba, mi hermana queriendo tranquilizarme me dijo ¿Nunca habías rasurado a nadie ahí abajo? Volví en mi mente unos dos años cuando afeite a mi novia en turno y a la que juguetonamente afeite pues quería que le comiera el chochito totalmente pelón, como habíamos jugado en los preparativos previos, como al momento de recortar, dos de mis dedos se introducían en su vagina con el pretexto de apoyar la maquinilla al rasurar, recordé como le daba besitos para mantenerla dispuesta y caliente, mi herramienta creció en mis pantalones con el recuerdo.
-¡Sí! Conteste, ¡pero era una situación diferente! ¡No era mi hermana!
-¿Y te gusto el resultado?
-¡Claro! ¡Fue todo una delicia!
-¡Ándale! ¡Relájate y hazlo igual!
Más relajado y pensando que no habría problema, termine el corte y me dispuse a iniciar el trabajo con la maquinilla, mi hermana abrió un poco más las piernas y empecé a aplicar la espuma para afeitar, con cuidado y sin querer tocarla, su hendidura se mostró brillante con humedad que venía de su interior, acunando mi mano la esparcí por todo su pubis, el contacto era para mí delicioso, pubis abultado de carnes firmes y una hendidura rozada súper antojable.
Rasure con ...