1. 40 grados bajo las sábanas


    Fecha: 25/02/2020, Categorías: Hetero Autor: Horny, Fuente: CuentoRelatos

    ... habitación. Él me tomó entre sus brazos, fuertemente.
    
    ―¿Te parece si ahora tomamos ese baño a conciencia que no pudimos darnos en el hotel? – me preguntó mirándome con lujuria –. Mira que debo hacerte una inspección minuciosa y detallada y darte una buena frotada en cada una de las partes de tu cuerpecito…
    
    ―Es la mejor propuesta que me han hecho en la vida, – le dije – suena deliciosamente tentador.
    
    Ya sin afanes por haber llegado a nuestro destino nos despojamos uno al otro de la ropa y nos recostamos en la cama un ratito mientras la tina se llenaba. Tuvimos que hacer un esfuerzo incontrolable para no hacer el amor antes del baño, pero la espera de seguro valdría la pena.
    
    Cortinas cerradas, velas, agua tibia… casi fría, música suave – Only Time interpretada magistralmente por Enya –, César y yo frente a frente, sumergidos en el agua mirándonos sin decir una palabra, simplemente escuchando y sintiendo la suave música, dedicándonos cada frase, mirándonos casi con adoración, con la fascinación de quien descubre a cada segundo algo nuevo y maravilloso, de quien se enamora nuevamente de su pareja a medida que el reloj avanza.
    
    Estábamos algo separados pegados por las rodillas. Uno de mis pies inquieto empezó a juguetear con sus testículos muy, muy suavemente, resbalando los dedos bajo ellos, sopesándolos, acariciándolos bajo el agua mientras miraba la expresión dulce de su rostro. Tenía los dientes ligeramente apretados y apenas si parecía respirar, ambos ...
    ... concentrados en lo que ocurría bajo el agua y la espuma, en el movimiento de mi pie derecho alrededor de sus bolas. Mi mirada lo acojonaba, lo sabía, al igual que a mi la suya. Sentíamos una especie de desazón interior, una angustia deliciosa, miedo, ansiedad, deseo….
    
    Una de sus manos impregnadas de espuma se deslizó por mi brazo, desde el dedo índice hasta el codo. Hasta el último de mis vellos corporales se erizó con la leve caricia de su mano y su contacto visual, por lo que dejé sus bolas por un momento y nos acercamos, nuestras piernas se enredaron y nuestros sexos quedaron frente a frente. Ahora eran sus dos manos las que subían por mis brazos, mas fuertemente, no con brusquedad sino con pasión, con premura, desde los codos hasta los hombros, enjabonándome y acariciándome, tomándome luego por el cuello, sus dedos pulgares en mi barbilla halando un poco hacia abajo para obligarme a abrir la boca.
    
    El miraba mi boca entreabierta mientras la suya se hacía agua. En ese instante mis labios húmedos eran para el como una fruta exótica y jugosa que se moría por saborear.
    
    Lentamente nuestros rostros se acercaron mientras cerrábamos los ojos, entregándonos ciegamente a ese beso que nos queríamos obsequiar. El deseo hacía que nuestros labios estuvieran completamente inflamados, hinchados de amor y desesperación, de lujuria, al resbalarse el uno en el otro en besos que se extendían más allá de nuestras bocas, al mentón, nariz, mejillas y ojos del otro.
    
    Sus manos seguían en mi ...
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