La puta que hay en mí
Fecha: 26/02/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: mamacitahot, Fuente: CuentoRelatos
La relación con mi hijastro es sensacional, viviendo en la misma casa me posee cuando quiere y de la forma que quiere. Me ha hecho de todo, con tranquilidad y confianza, sobre todo con gusto y mucho placer me trago su semen, lo mismo le permito se venga en mi interior cuando me coge analmente, o en mi vagina, no me importa si me embarazo de él, pues no uso ningún método anticonceptivo, usar condón me parece extraño.
En casa me visto más atrevida, incluso aunque esté mi esposo, que me ha dicho sea más recatada porque en casa está su hijo y ya es un hombre. Jajajaja, ni cuenta se da que su hijo usa mi cuerpo como quiere y conoce mis agujeros más que él.
Me toma cuando estoy en la cocina, solo levanta mi vestido o falda, coloca mi tanga a un lado y me penetra, si no hay mucho tiempo me coge como loco viniéndose en mí. Me ha cogido aún con mi marido en la cama cuando este está bien borracho, o mientras se baña mi esposo por las mañanas. Creo que esto nos provoca más placer.
Como les decía, últimamente visto más provocativa, y creo le estoy gustando otra vez a mi maridito pues de repente ya en las madrugadas me toca y me coge como loco, creo que es porque yo misma me muestro más activa, más complaciente.
Hace unas semanas pasó algo que no esperaba, mi marido me llamó para decirme que me quería ver sexi al llegar pues tenía ganas de sexo. Así que ese día complací a mi hijastro con una real mamada hasta hacerlo venir y tragarme su leche para que durmiera a gusto. Pero ...
... mi marido no llegó temprano y me quedé esperando ansiosa de ser penetrada.
Eran como las dos de la mañana cuando escuché el coche de mi esposo, me asomé por la ventana y efectivamente era mi marido. Fui a la puerta para abrirle, solo traía un baby doll de seda, y cuando abrí la puerta me sorprendió ver a mi esposo caerse de borracho sostenido por uno de sus empleados, ya no tuve tiempo de cubrirme pues yo misma abrí la puerta de par en par para que mi esposo me viera como me había pedido.
Le dije al empleado que yo misma lo llevaba, cuando vio que no podía con mi esposo que estaba sin sentido, volvió a tomarlo pasando sus brazos por mi espalda. Entre los dos lo recostamos en la sala. Le agradecí y le señalé la salida mientras no dejaba de mirarme de arriba abajo.
Trataba de cubrir mis senos, cuando llegamos a la puerta me empujó para sacarme de la casa, cerró y me puso contra la pared frente a frente, tapaba mi boca, me acariciaba con la otra mano levantando mi baby doll, cuando quitaba su mano de mi boca le pedía que no me hiciera daño, su respiración era agitada y decía:
—¡ningún daño mamacita, solo te voy a coger, eres la esposa del patrón y estás bien rica mamita, tengo que cogerte, aunque me corran del trabajo!
—¡No por favor, mi marido o su hijo pueden despertar y habrá problemas!
—¡para cuando despierten ya te eché mi leche mamita!, ¡la cogida que te dé nadie me la va a quitar!
Empujaba tratando de meter su cosa al mismo tiempo que besaba con fuerza ...