La puta que hay en mí
Fecha: 26/02/2020,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: mamacitahot, Fuente: CuentoRelatos
... mis senos, hubo un momento en que ya no me oponía, solo tenía mis manos alzadas y pegadas a la pared dejando que me hiciera lo que quisiera. Se dio cuenta de eso y con sus dos manos empezó a manosearme como loco, me tomó de la tanga y la arrancó con fuerza, ésta quedó sostenida por la otra entrada de mi pierna dejando expuesta mi vagina por la que el hombre con facilidad colocó su verga en la entrada de mi vagina y me penetró con tanta fuerza que grité, pero de placer, él me tapó la boca:
—¡no grites zorra ya ves que te encanta la verga, estás bien mojada y ese grito es de gusto zorrita!
Mis sentidos en un instante se perdieron y empecé a gozar la cogida de en ese entonces extraño. Yo no hablaba solo gemía de placer mientras mi cogedor embestía brutalmente mis entrañas… su verga lograba rozar mi clítoris en cada embestida, lográndome un placer como nunca… no me importaba que fuera un extraño, un empleado de mi esposo, estaba deseosa de ser cogida de esa manera.
Siguió penetrándome con fuerza, mientras su boca llenaba mis tetas, las chupaba y mordía con hambre, a veces me lastimaba… me gustaba lo que me decía al oído:
—¡ya me habían dicho que la esposa del patrón está bien rica… es cierto, estás bien sabrosa y lo mejor… eres bien puta, te gusta la verga… te encanta la verga… mamiiii ese qué cogidas te ha de dar el patrón… pinche patrón de mierda como me gustaría que supieras que su mujercita está siendo en estos momentos mi puta… ¿verdad que eres una puta?, ...
... ¡verdad zorra que te encanta la vergaaaa!
Yo no decía nada, solo asumía con gemidos, me estaba viniendo cuando los jadeos del hombre aumentaron y su boca apretó mis tetas… segundos después decía:
—¡aaaahhhh, aaahhh, me vengo zorra, te los voy a echar adentro puta mía... aaaahhhhh yaaaaa!!
Llegó la calma, nuestros cuerpos sudaban la gota gorda, el baby doll estaba mojado y en mi cintura… en la oscuridad mis tetas brillaban de sudor… nuestra respiración se tranquilizaba. Sacó su verga de mí, sentí su semen recorrer el interior de mis muslos. Me besó en la boca diciendo:
—¡no te laves mamita rica… quiero que dejes mi leche en ti!
No respondí… solo gemía cansada, quería dejar de respirar agitada… se fue, no dijo adiós, solo se fue dejándome desnuda, pues lo que quedaba de mi tanga y el baby doll estaban en mis tobillos.
Se fue llevándose el coche de mi marido… mi mente volvió a la claridad cuando el coche se perdió en la oscuridad.
Recogí el baby doll y me fui a la cama, quería dormir… me iba a lavar, pero recordé las palabras del hombre… y no me lavé, quedé profundamente dormida. Al despertar mi marido está mirándome fijamente con los restos de mi tanga en la mano. La mujer es muy inteligente así que le dije que cuando llegó, me cogió él mismo en la puerta de la casa. Le platiqué lo que “me hizo” … se lo conté a detalle como si él mismo me hubiera hecho lo que su empleado, creo que esto lo estimuló y me poseyó como pocas veces lo hace, mezclando su semen con el de ...