La casa de las perversiones 2
Fecha: 27/02/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Hansolcer, Fuente: SexoSinTabues
... Ester podría regresar en cualquier momento, porque solo había acudido al llamado de su mamá. Pero tanto Yadira como yo no podíamos quedarnos así, ella prácticamente suplicaba por sexo y mis huevos no resistirían hasta llegar a mi casa y descargarme en mi hermana. Le ayude a quitarse aquella tanga de color rojo, luego la gire hasta quedar sostenida en la pared, le levante la falda. Mi cuñada sabía la posición, se agachó un poco para que yo pudiera colocarme detrás, me afianzará de sus caderas y la penetrara. Su 170 de estatura hizo que quedáramos a la perfección, su chocho a la altura de mi garrote tieso y curvo hacia arriba. No hubo preámbulos, ella estaba lo suficiente lubricada para que mi polla le entrara fácilmente. Podía sentir su calentura interior, era rico sentir como a cada embestida su vagina se estrechaba de una manera que parecía estarme ordeñando. Quién iba a decir que una panocha joven fuera capaz de dar tanto placer. Yadira lo disfrutaba sin duda. Jadeaba y jadeaba sin dejar de moverse, sin dejar de hacerme sentir que verdaderamente había elegido mal. Aferrado a sus caderas la culie una y otra vez a su ritmo, sin prisa aunque sabía que mi novia podía aparecer de repente, aunque suponía que no encontrarme en la banca de metal en donde siempre nos sentábamos, quizá creyera que me había aburrido de esperar y me hubiera ido a casa. Pude saber que Yadira llego a su orgasmo, sus movimientos se aceleraron. Su vagina se reseco para dar paso a una serie de espasmos ...
... que la obligaron a emitir aquella serie de sonidos inaudibles. Por un momento creí que podían descubrimos. Mmmm uf uf que rico coges cuñado. Que ricooo, que rico, que rico eres. Que ricooo mmmmm Yo estaba excitado, mi verga estaba hinchada y aquel dolor en mis huevos continuaba. Sin embargo no podía acabar. Quizás el saber que Ester podía aparecer de pronto, la verdad no lo sabía. Porque esto de llegar a este nivel de excitación era nuevo para mi. Igual me pasaba cuando me iba para mi casa, cuando había estado cachondeando y follaba a mi hermana me costaba que terminara y Cuando lo hacía prácticamente sentía que toda mi energía salía por el semen. Yadira pareció adivinar lo que me pasaba y en cuclillas se puso a mamarme la polla, lo hacía rico y con fuerza. En más de una vez la vi poniéndole líquidos de los que le salían de la vagina. Para facilitarle el trabajo cerré los ojos y tomándole de la cabeza la culie una y otra vez, hasta que sentí aquellos escalofríos en la espalda que luego bajaron por toda mi columna hasta llegar a mis huevos. De ahí como fuego subieron por mi pene hasta convertirse en chorros de semen que uno a uno cayeron sobre el rostro de mi cuñada. Esta vez sentí que las piernas me flaquearon y tuve que sentarme en la taza de aquella letrina para recuperarme. Poco a poco mi respiración se fue nivelando , la verga por fin se me puso flácida (había quedado dura a pesar de haber acabado), el ritmo cardiaco volvió a ser el mismo. – Que rico amor – escuche decir a ...