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Amanda, una mujer muy caliente
Fecha: 28/02/2020, Categorías: Hetero Autor: Zaratustra, Fuente: CuentoRelatos
... decires acerca de su alocada hiper sexualidad, que era una fácil y que ya había sido descubierta en episodios orgiásticos de toda índole en horarios pos-escolares tanto con maestros como con alumnos. Para mi, esas historias eran caramelo para mis sentidos y no hacían más que desbordar mis deseos de conocerla. Cosa que no sucedió hasta meses después en una noche de viernes en pleno verano con una temperatura que sobre pasaba los cuarenta grados centígrados. Estando sola y completamente desnuda y toda sudada a media noche en medio de un salón de clases montada sobre el escritorio del maestro, una sombra se deslizó por la ventana del aula y al notar mi presencia se detuvo a observarme. Yo continúe con lo mío, estaba demasiado prendida como para interrumpir mi placer por lo que opte por terminar primero y después averiguar la identidad del voyerista. La explosión fue severa, mis caderas se contorsionaron en un espeso vaivén de ida y vuelta y mis jugos salieron disparados dejando mi vientre y mis piernas empapado de mis espumosos jugos de mujer joven. Tarde unos momentos en salir de mi pasmo sexoide y cuando me di cuenta pude ver la silueta de Amanda en la oscuridad desnudándose lentamente frente a mí. Libres de la prisión de su camisa blanca brotaron dos grandes senos gelatinosos adornados por unos pezones que parecían cerezas rojas sobre una gelatina blanca como la luna. Cómeme, le murmuré. Ella se encaminó hacia mí con paso lentos, las curvas de su cadera y el bamboleo ...
... gravitatorio de sus senos al aire terminaron por hipnotizarme de deseo y me dijo: Cierra los ojos y recuéstate sobre el escritorio - me contesto con su voz grave casi varonil. La obedecí y me recosté y cerré los ojos. De repente sentí como descansaba y paseaba ambos senos sobre mi cara. Abrí la boca y acomode con mi mano unos de sus pezones en mi boca y succione como bebe siendo alimentada por la teta de su madre. Bebí de ambos senos inundándome en un placer desconocido para mí. Su mano izquierda se posicionó sobre mis senos y su mano derecha se incrustó en mi panocha disfrutando de un placer indecible. La rapidez de sus dedos dentro de mí era algo inaudito, casi sobre humano, me empecé a venir a borbotones y mis labios dejaron de mamarla porque mis gemidos se convirtieron en gritos de placer. No sé cuánto tiempo me poseyó de esa manera porque finalmente sufrí un desmayo. Cuando por fin desperté mi placer no había terminado, Amanda se había montado sobre mí y ahora era su lengua la que taladraba mi vagina de placer. El olor amargo de su sexo me hizo darme cuenta que ella estaba raspando su sexo con mi cara con movimientos lentos pero decididos. Me deje llevar y puse a trabajar mi lengua en ella, era la primera vez que saboreaba el sexo de una mujer con mi boca y levante mis manos para masajear sus nalgas apretándolas a mi cara, mayugandolas, arañándolas. Quien entrara en ese momento al salón vería un espectáculo mayúsculo de sexo sin amor ni amistad ni ningún tipo de carga ...