El joven macarrilla, me seduce y termina llevándome a su casa. 2ª parte
Fecha: 28/02/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: danisampedro91, Fuente: CuentoRelatos
... cabalgas sobre ella.
Mientras subía y bajaba sobre aquel pollón, el joven macarrilla, me acariciaba la cabeza, y me iba diciendo: así, así, putito, goza de esa polla que te está rompiendo el culito, disfruta de ella, putito.
Seguía acariciando mi cabeza, cuando se agachó para morderme por el cuello con su boca, mientras iba susurrando; hoy te vamos hacer gozar como nunca maricón, te vamos preñar de leche ese culito vicioso que tienes; te lo vamos dejar bien complacido.
Ahora me estaban haciendo gemir de placer; tenía aquel tremendo pollón, masajeando mi próstata de una forma bestial, mientras el joven macarrilla, me iba dando aquellos placenteros mordiscos por mi cuello, que me hacían estremecer de placer; ¡ooooooooooohhhhhh! que gusto estaba sintiendo, mmmmmm, aquello simplemente era divino.
Se puso de pie el joven macarrilla, llevando su polla que estaba como un hierro al rojo vivo, hasta mi boca. Abre la boquita, mi putito, anda, abre y come mi plátano de postre.
Abrí la boca, dejando que entrara aquel largo plátano en mi boca, y como podía, iba chupando aquella golosina, que entraba y salía en mi boca, mientras una tremenda estaca, hacía lo mismo en mi culo.
Dios, ya sudaba y gemía como un toro, y mi polla estaba a punto de reventar. Salían gotas de semen de forma continua; si aquello duraba mucho más, iba a estallar en cualquier momento.
El joven macarrilla, se agarró la polla con la mano, empezando a menearla salvajemente, haciendo que explotara en ...
... una corrida de semen, que me anunciaba.
Abre la boquita, putito, abre que te va mi lechita, ábrela putito, ¡ooooohhhh! me soltó 5 trallazos de leche, dándome con unos en la cara, y cayendo los otros en mi boca.
Me volvió a meter la polla en la boca, dejando que terminara de salir todo el semen, mientras suspiraba de placer, ¡oooooohhhhh! que gusto, que gusto putito, bébete toda mi lechita, putito, bébete el zumito de mi plátano, anda putito.
Como pude me tragué toda la corrida, succionando su verga, hasta que ya no salía más.
No tardó ni 30 segundos cuando el viejo, empezaba a darme unas tremendas envestidas con su pelvis, anunciándome su eminente eyaculación; ¡oooooohhhh! me corro, me corro, así, así, muévete más, ¡oooooohhh! me estás haciendo correr maricón, ¡oooooohhhh!; mientras me clavaba los dedos de sus manos en mis caderas.
En esos precisos momentos, mi polla estallaba en una tremenda eyaculación, al tiempo que el viejo me estaba inundando el culo con su esperma.
Di unos gritos de placer, que se debieron escuchar por todo el edificio.
Cuando terminé de correrme, y el pollón del viejo, dejó de soltar esperma en el fondo de mi culo, quedé sentado sobre aquel monstruo, abrazándome a la cintura del joven macarrilla.
Ay putito, como has gozado, te hemos follado como nadie te va follar. Te vamos dejar el culito bien satisfecho, ya verás.
Me fui levantando mientras notaba como iba saliendo aquel monstruo de mi culo, dejando un tremendo agujero en ...