Mi aventura con mi prima - Versión Mery (Primera Parte)
Fecha: 29/02/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: betonto, Fuente: SexoSinTabues
PRIMERA PARTE Hola, me presento, soy Mery y tengo 16 años, supongo que ya han oído hablar de mí un poco y de las cosas que hago con mi primo, en fin, tomé una secuencia parecida a la versión de mi primo pero desde mi punto de vista, veremos cómo sale esto ya que es la primera vez que cuento abiertamente lo sucedido Empezaré por describirme, soy de estatura promedio aunque un poco más bajita, mi piel es morena clara o canela, tengo el cabello teñido de color negro, mis ojos son cafés, soy de cara bonita y pues aunque mi cuerpo no es exuberante, tengo lo mío. Mis pechos no son tan grandes como quisiera pero su redondez y firmeza hacen que luzcan un poco más grandes de lo que son, mi abdomen pudiera ser más plano pero así le gusta a mi primo, soy algo caderona y piernona, y pues mi mayor atributo creo que son mis nalgas, algo grandes y pompositas, levantaditas y redondas a la vez. Bueno, empiezo desde cómo inició todo, siempre he sido apegada tanto a mi primo como a su hermana, por lo que era normal casi vivir en su casa, por así decirlo. Todo surgió en el año 2010, para ese entonces tenía apenas 10 años, yo vivía con mis abuelos paternos, pero por lo que les mencioné antes, podría decirse que la casa de mi primo era mi segundo hogar. Vivimos en un estado del norte de México que normalmente es caluroso durante todo el año, por lo que es normal andar ligeros de ropa mientras se está en casa. Mi vestimenta casi de diario, eran blusas o tops de tirantitos, shorts cortitos de ...
... franela, y pues mis panties de algodón y una que otra vez usaba mis primeros corpiños a pesar de mis inexistentes pechos. A pesar de que casi vivía en casa de mi primo, nunca noté un comportamiento extraño en él hacía mí, aunque inconscientemente, mi mente aún no asimilaba muy bien que me sentía un tanto atraída por mi primo, quizás por lo apegada que era a él, o por cómo me trataba y consentía, en fin, todo cambiaría ese año. Inmediatamente, al llegar de la escuela en fines de semana, era tomar mis cosas e irme a casa de mi primo, ponerme mi ropita de calor y jugar con mi prima, más tarde llegaba mi primo de la secundaria e igualmente se ponía ropa cómoda. La verdad nunca había tomado en cuenta los roces que sutilmente se empezaron a dar y las ligeras caricias que recibí por parte de él, yo por mi parte, por la atracción que sentía, en cuánto veía a mi primo recostado, corría a “molestarlo” ya que quería ser su centro de atención. Cómo en ocasiones mis formar de querer llamar su atención no resultaban como yo quería, me atrevía a ser más osada y comenzaba a subirme encima de él y hacerle el típico juego del “caballito”, parecía molestarse pero mi cuerpo empezaba a notar que a él no le desagradaba en lo absoluto lo que hacía. La entrada de mi conejito (así le suelo decir a mi vagina) y parte de mis nalgas quedaban directamente en su pelvis y miembro, por lo que por los movimientos de cabalgata despertaban algo en él, y empezaba a sentir cómo eso quería invadir mis intimidades, no ...