Mi aventura con mi prima - Versión Mery (Primera Parte)
Fecha: 29/02/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: betonto, Fuente: SexoSinTabues
... sabía mucho de sexo en ese tiempo, pero sabía que esa era su cosa, su pito como le dicen. Todo el ajetreo y movimientos que provocaba cuándo me montaba en él, provocaban que al final mi primo terminara con una carpa de circo en sus shorts que intentaba ocultar sin mucho éxito, y que yo acabase un poco acalorada sin saber por qué. Desde ese momento, desconocía el por qué pero me gustaba repetir el juego del caballito, me gustaba sentir su miembro picoteando y rozándome por encima de la ropa, me gustaban también sus toqueteos y caricias disimuladas que cada vez eran más atrevidas, pero sobre todo noté que el cambio de actitud no sólo era cosa mía, sino también en él, y eso me alegraba sin razón. Los juegos de los que ya éramos cómplices eran cada vez menos inocentes, sin saberlo pero sólo sintiéndolo, el deseo del uno por el otro fue creciendo así pasaron 2 años en los cuáles me gustaba más estar con él, pasar tiempo a su lado, como si de los inicios de un enamoramiento se tratara. Al pasar ese par de años y yo llegar a la edad de 12 años, mi cuerpo empezó a mostrar las primeras señales de desarrollo de mi pubertad, mis pechos empezaron a brotar, mis caderas tomaban renombre acentuando aún más mis nalguitas y pues mis hormonas empezaban a revolucionarse. Mi primo en cambio, se puso en forma, motivo por el cuál mis hormonas se alborotaron aún más y antes de tiempo, a parte del aspecto físico, notaba también cambios en su forma de ser conmigo, sobre todo cuando estábamos solos, ...
... también noté que trataba de disimular sus toqueteos pero la calentura del momento le ganaba a cualquier manera en que trataba de disimular, aunque a la par yo también comenzaba a buscarlo sin rodeos. Una tarde muy calurosa de vacaciones de verano, llegué de sorpresa a la habitación de mi primo, ahí estaba él recostado, vestía apenas un short deportivo bastante delgado únicamente, mis hormonas me alborotaron y cómo estaba dormitando, decidí despertarlo de una manera peculiar. Yo vestía un short cortito y delgado de franela de algodón, tan delgado que transparentaba fácilmente mi ropa interior, además de una simple camisa de tirantes delgaditos que ya dejaban entrever mis nacientes pechos y dejando al descubierto mi abdomen. No lo pensé dos veces y me monté en él, recreando una vez más nuestro juego favorito, mi mente estaba a mil por hora, me sentía emocionada, casi enamorada, sumando eso y la temperatura del ambiente provocaba que me acelerara más y mis emociones volaban a la par que él despertaba y se daba cuenta de la situación. Pude sentir perfectamente cómo su miembro crecía a los pocos instantes, se podía palpar bastante duro y quedaba exactamente en medio de mis piernas, y por cómo se sentía, pude adivinar que mi primo sólo traía puesto ese short. No sabía lo que me pasaba, estaba fuera de mí, la ligereza de nuestras ropas hacían que el contacto de nuestros sexos fuera muy placentero, quería disimular mis movimientos pero ambos arremetíamos con ganas. Usualmente cuando ...