-
Mi primera vez
Fecha: 29/02/2020, Categorías: Gays Autor: franc, Fuente: RelatosEróticos
Desde muy chico (3 o 4 años) y sin comprender muy bien porqué, me sentía atraído por los varones. Recuerdo que me llamaban la atención sus bultos y con una extraña conciencia de que nadie se diera cuenta, los miraba embobado y con muchas ganas de tocarlos. De modo que mi infancia transcurrió entre juegos y colegio como la de cualquiera pero con ese extraño deseo que no comprendía, que trataba de ocultar pero pugnaba por salir. Cuando cumplí 13 años, vino mi primo Carlos de visita, como lo hacía todos los veranos, ya que vivía en otra ciudad. Cuando esto sucedía, dormía en mi habitación, ya que mi hermano era mayor y nosotros éramos muy compinches. Carlos tenía mi misma edad, una semana mayor que yo pero había despertado al sexo antes. Según me contó con un par de amigos habían juntado un dinero y algunas veces se habían cogido una puta, pero como no era fácil conseguir dinero tan seguido como deseaban, no se cómo habían encontrado un puto (como de 30 años)al que se lo cogían sin necesidad de pagar y por lo tanto también más seguido. Yo lo escuchaba de lo más sorprendido ya que ni siquiera sabía bien qué era o cómo se cogía. Cuando nos íbamos a acostar, nunca nos dormíamos enseguida, nos quedábamos charlando o bobeando un rato más. Esa noche recuerdo que iniciamos una guerra de almohadas y de las almohadas pasamos a un combate cuerpo a cuerpo y como Carlos era como dos cabezas más alto que yo y también más fuerte, rápidamente me dominó. Me tiró sobre la cama y se ...
... tiró sobre mí sosteniendo mis manos cruzadas sobre mi cabeza con su cara prácticamente pegada a la mía me decía: ¿Quién es el más fuerte? y yo debía responderle que él lo era, pero esa vez también preguntó: ¿Quién es el más macho? y yo también respondí que él lo era... Después de esa pregunta y esa respuesta inesperadas ambas, permanecimos en la misma posición y mirándonos en silencio por unos minutos. Como hacía calor, sólo vestíamos un slip de modo que nuestras pieles estaban en contacto directo. Jadeábamos por la lucha anterior. Carlos era un muchacho hermoso. De pelo negro y de tez blanca igual que yo (aunque ya estábamos bronceados por la playa), pero sus facciones eran más masculinas que las mías y bien definidas, yo en cambio, no es que fuera femenino pero tenía facciones más delicadas. Estando así, Carlos sobre mí y dominándome, comencé a sentir algo duro sobre mi vientre, por lo que rompí el silencio y le pregunté: ¿Qué es eso? Carlos salió de sus pensamientos, sonrió con picardía y me dijo: mi pija... ¿a vos no se te para? Yo le respondí que no y le dije: quiero verla. Carlos salió de arriba mío y se quedó acostado de costado junto a mí, se bajó el slip y me dijo: acá está. Yo la miré totalmente sorprendido y embelesado. Ahí me di cuenta que Carlos no sólo era más alto y fuerte que yo, sino que además tenía todo más grande que yo, sus manos, sus pies y ahora comprobaba que también su pija... Él se dio cuenta de mi cara y me dijo: ¿Querés ...