1. Alicia 18/25


    Fecha: 01/03/2020, Categorías: Hetero Autor: evloguer, Fuente: SexoSinTabues

    ... cercano era su papito, aquel hombre que conocía de toda la vida, aquel hombre que la miraba desnudita siendo beba pero no sentía nada más allá del cariño paternal. Era delicioso tratar de recordar los tiempos en que su cuerpito no despertaba sensaciones eróticas, los tiempos cuando el papá podía recorrer con manos enjabonadas esas formitas. Seguro que no se le despertaba el gigante dormido cuando pasaba los dedos por aquel canal posterior para limpiarlo bien, pero era delicioso imaginarlo como si le interesase tocar eso. Tenía que acercarse nuevamente a esas manos, antes solamente eran para limpiarla pero ahora sentía temblores al ver esos dedos gruesotes que le habrían pasado por la rajita, lástima no recordar bien esos tiempos. Ese cuerpo enorme que representaba un padre y un puerto seguro para todo su futuro ahora parecía tener otros atributos, tenía una boca que sorbía un cigarrillo pero ella quería que fuese su dedito el aprisionado por los labios grandotes. Esas manos que se la pasaban agarrando papeles y tecleando en la computadora eran un imán, debía rozarlas y sentir la tosquedad que contrastaba con su delicada pielcita. Esos ojos que solamente se posaban en fríos números los necesitaba recorriendo sus formas, necesitaba fervientemente que le dediquen tiempo y atención. Lo que estaba más a la mano era su prenda íntima, aquella que tapaba las zonas gritonas, aquellas zonas que llamaban desesperadamente a los dedos que debían bajar a consolar su llorosa puchita. ...
    ... Debería funcionar, las pocas veces que lograba captar la deseada atención era justamente cuando su bombachita asomaba por accidente, pero ahora no serían accidentes. Debería mostrar esa prenda en cuanta ocasión se presentase, por eso en uno de los viajes a la lencería eligió aquellas que le parecieron más sensuales, no esas bombachitas de nena que acostumbraba usar. No era nada fácil exhibir ese bultito, ese tajito que se le marcaba por el frente, por más que se sentase con las piernitas abiertas para permitir que se vea allí. La mejor solución sería usar la parte de atrás como arma para luchar contra los rayos esquivos de la mirada paterna. Así empezó a buscar esos negligee que ya no usaba por quedarle cortos, así puso los dos espejos enfrentados en su dormitorio para verse bien la parte de atrás. Al lograr la combinación perfecta de una suave tela que se asomaba al terminar su espalda cuando hacía movimientos naturales, se lanzó al ataque. Debería ser progresivo: no podía treparse a su padre y meterle la colita en la cara. Comenzó demostrando una creciente torpeza, todo se le caía de las manos y debía agacharse a recogerlo, en los instantes que el hombre estaba mirando hacia su lado siempre se encontraba con aquel traserito insinuante. Era su hijita pero el espectáculo parecía cada día mas lindo, hasta torcía la cabeza para ver mejor esa bombachita y su contenido, un contenido no muy tapado ya que una parte de la tela se enterraba en aquella zanjita. Algunos días hasta se veía un ...
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