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Violencia de género
Fecha: 22/09/2017, Categorías: Infidelidad Autor: ezequielz, Fuente: CuentoRelatos
... por lo recientemente vivido. Siempre hay una gran cuota de terror en esto. Hasta dónde puede llegar un hombre en estas condiciones... cagarnos a cuchillazos a todos quizás... Me estabilice un poco y note que mi falo comenzó a recuperar su dureza. Mucha más dureza que la que tenía minutos antes cuando llevaba hora de una buena jalada. Mucha y más... y supongo que mi pene abuso de mi shock mental y de la locura porrera, y la decisión la tomó la cabeza de abajo. Sin el más mínimo atisbo de razón, me acerque a ella, puse una palma sobre su cabeza, la otra por debajo de su boca como dominando totalmente la voluntad de su cráneo y di el zarpazo. Saque la verga de un tirón y me puse en punta de pies. Como ella estaba casi desmayada sobre la pared, quedo ahí nomas de su boca. Supongo que por la cantidad de lágrimas que tenía en sus ojos no pudo divisar bien mi pija, asique volví a poner la palma de mi mano por debajo de su boca, la acerque un poco y se la empuje de un tirón. Vencí sus labios y la mande hasta el fondo. Ella se atoro. Abrió los ojos como platos, pero en ningún momento atino a separarse. El fondo no era tal aun... volví a empujar más hondo y vino una arcada más fuerte. Estuve unos largos segundos cogiéndole la boca como un poseído. No sé si ella alguna vez había hecho un garganta profunda, pero si previamente no era una profesional, hoy estaba haciendo un curso acelerado y descubriendo un nuevo talento. Note como sus lágrimas pasaban de la frialdad del miedo y la ...
... tristeza, a la tibieza de la excitación. Su saliva hervía! Estaba dejando atrás el infierno vivido minutos antes para disfrutar el cielo de la lujuria. Yo sentía que en cada pijazo la estaba curando. Lo mío era casi humanitario! Filantropía pura! No quise abusar de su carita, ya que había tenido mucho por hoy. Me fui a buscar un forro al cuarto (los cuales uso con algún pepino cuando tengo ganas de sorprender a mi amada con una doble cogida o bien con esas chupadas de concha con penetración que tanto gustan) volví y la encontré con la mirada erguida como nunca. Se había inflado, era su renacimiento! Estaba parada más firme que un soldado. Se corrió los breteles y se dejó caer el vestido. Me miro fijo a los ojos con una cara de zorra hermosa y se limpió la barbilla que chorreaba de saliva, restos de arcadas y lágrimas (por suerte ya no de dolor) y se dio vuelta. Puso sus manos en la pared, se bajó su fea ropa interior y dejo al aire ese culito pequeño y paradito que más de una vez en estos diez años le he relojeado. Su pequeñez hizo ver mi verga imponente. Estoy acostumbrado a que mis 20 cms no llamen tanto la atención, ya que me estoy cogiendo el mejor orto del mundo. Le di un par de golpeteos en sus glúteos para que confirme que cada vez la tenía más dura. Pero la curiosidad de su sabor me hizo arrodillar y atacar su clítoris con mi lengua desde atrás. Ella saco y abrió aún más el culo. Recorrí su cajeta una y otra vez tomándome siempre un buen descanso en su botón mágico, el cual ...