Patricia cuenta su historia III
Fecha: 22/09/2017,
Categorías:
Intercambios
Autor: claudiob, Fuente: CuentoRelatos
... circularmente mi culo.
Si no lo hicimos fue porque sentí la puerta indicando a llegada de mi padre. Él también se dio cuenta, por lo que puteando, por lo bajo, me soltó y diciéndome “Te salvaste” se fue a mirar televisión.
Yo salude a mi papá y continué preparando la cena.
Mi padre fue a su habitación, saludo a mi madre, se cambió y volvió a la cocina a preguntarme si ya estaba la cena; le dije que si por lo cual me pidió la de mamá y se la llevo, diciéndome que después de darle de comer vendría a que comiésemos nosotros. Le dije bueno y mientras él le fue a dar de comer yo puse la mesa.
Mario ni se inmuto viéndome poner la mesa, aunque me dijo “Me gustaría hacer un sándwich utilizando mi pija como salchicha y tus tetas como pan y que vos comas la salchicha y yo el pan, jajaja.
No le di bola y cuando regresó mi padre de darle de comer a mi madre, cenamos los tres y nos fuimos a dormir.
Al día siguiente, al irme al colegio me despedí de mi madre con un beso húmedo, mientras le tocaba una teta, ella no hizo nada, lo que me extraño, pero ...
... igual no dije nada.
Cuando volví del colegio. Ella ya tenía el almuerzo preparado, por lo que inmediatamente comimos, no bien terminamos de almorzar me dijo que se iba a acostar porque estaba cansada, me imaginé que me esperaría con alguna sorpresa, por lo que me apuré en levantar la mesa y platos, pero cuando, estaba durmiendo; la desperté después de desvestirme y acostarme a su lado.
Ella se sobresaltó al verme a su lado, y diciéndome que si bien la otra tarde la había pasado muy bien no era correcto que hiciésemos algo entre nosotras.
Otra vez tuve que convencerla que no había nada malo en eso, esta vez me costó menos, para que lo hiciésemos.
Desde ese día y durante los 23 días que se quedó en casa mantuvimos relaciones y aprendí que entre mujeres también podemos darnos satisfacción ya que entre las ganas que nos teníamos, las películas que vimos y su tarjeta de crédito, con la cual compramos un dildo y un strapon, las satisficimos todos esos días y aun lo continuamos haciendo.
Un día le dije a mi madre que… no eso dejémoslo para otra historia.