Se dio de casualidad
Fecha: 05/03/2020,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... tú pie con el mío?», le dije. «Harías una cosa así?», me dijo sorprendida. «Estas muy buena y me gustaría conocerte más», le dije viendo que el hijo venia con mi perro. «Conocerme?, follarme querrás decir», me dijo con un gesto de enojo en su cara. «Quise ser más delicado», le dije sonriendo. Cuando llegó su hijo, se fue sin saludarme. Pasaron unos días y no la veía, hasta que me la cruzo, nos quedamos mirando. Fuimos juntos, como los dos vivimos en el mismo piso, teníamos que tomar el ascensor. «Y?, que me decís de lo que hablamos en el parque?», le dije acercándome a ella. «Pensé que eras otra clase de persona», me dijo. «Cuando me conozcas vas a cambiar de idea», le dije intentando besar sus labios. «Acá no», me dijo dando vuelta la cara. «Ven mañana cuando vuelva de dejar a mi hijo en el colegio», dijo y se metió en su casa sin decir más nada. Al otro día cuando escucho que llega, espero un ratito y voy a su casa. «Entra», me dice muy seria. Estaba vestida de calle, sin el pañuelo que lleva siempre en la cabeza y descalza. Enseguida la empecé a besar, ella no respondía a mis besos. Le besaba sus labios, su cuello, pasaba mi lengua por sus orejas, mis manos apretaban sus tetas, sus nalgas, todo por encima de su ropa. Ella indiferente dejaba que yo la bese y pase mis manos por su cuerpo. Le abrí su camisa y levantando el sujetador, le empecé a chupar sus tetas. De tamaño mediana, una aureola y un pezón oscuro, duro los pezones. «Vamos a mi dormitorio, o me vas a follar ...
... acá parada?», me dijo con la voz seca, seria. Parada al costado de la cama, dejaba que la siga besando, chupando sus tetas, que le baje sus pantalones. La hice acostar y mientras me desnudaba la miraba a ella desnuda. Su concha bien peluda, sus piernas bien rellenitas, su berriga que le quedaba tan sexy. Le terminé de sacar el pantalón, abriendo bien sus piernas, oyendo su respiración entre nerviosa y agitada. Escucho su gemido cuando empecé a lamer y chupar su clítoris, chupaba su concha, notando como se relajaba, como se mojaba, como gemia. Siento como aopya sus talones sobre mis hombros, gimiendo y acariciando mi cabeza, mientras que yo le chupaba y le lambia su concha, su clítoris, le levantaba sus piernas hacía lo mismo en su ano. Haaifa estaba con sus piernas abiertas todo lo más que podía, daba fuertes gemidos, me agarraba de los pelos y refregaba mi cara contra su concha gritando ahora de placer. Me ubico entre sus piernas y me dice si no me voy a poner condón. «Así disfrutamos más», le dije metiendo mi pija en su concha escuchando el grito de placer que dio Haaifa cuando la tuvo toda dentro. Nos besamos la boca, yo le chupaba las tetas, la mora daba unos ayes de placer tremendos y nos moviamos disfrutando como locos. «No te corras dentro mío, que no me estoy cuidando», me dijo gimiendo y moviendo su cuerpo a medida que yo sacaba y metía mi pija en su concha. «Lo hacemos por atrás?», le dije moderando mis movimientos ya que sentía que me acababa en cualquier momento. ...