En una primavera
Fecha: 06/03/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... oscuridad total. Sentía que me faltaba el aire, estaba muy caliente todo allí abajo. Yo comenzaba a sudar copiosamente. Pero su pene y testículos estaban a mi alcance. Los mamé, los acariciaba. Su verga no me cabía completa en la boca. Me causaba horcajadas, pero continué. Cuando metía toda aquella masa en mi boca, él movía la pelvis hacia el frente, logrando que la penetración fuese más profunda.
Mis manos recorrieron todo lo que había a su alcance.
Su cintura, la parte baja de su espalda, sus nalgas bien formadas, su vientre liso, sus diminutos pezones, sus axilas peludas, sus muslos y rodillas.
No se cuanto tiempo pasó y ya empezaba a cansarme. Así que decidí continuar. Poco a poco fui ascendiendo por su cuerpo, tratando evitar que todo mi peso estuviese sobre él. Yo soy como 40 centímetros mas alto que mi padre y mi peso era superior por unos 30 kilos como mínimo. Así que no podía presionarlo tanto...
Me senté sobre su cintura y sentí su pene en medio de mis glúteos. Que delicia. Nunca había sido penetrado por alguien. Sólo un intento por mi primo y no me atreví debido al dolor que me provocó.
Ahora estaba sentado sobre mi padre , son su pene a punto de penetrarme y yo era la persona más feliz del mundo. Eso me sorprendió. Por primera vez me descubrí feliz. Sin complejos y sin nada que ocultar. Así que decidí meterme su pene, lo levanté y poco a poco fui descendiendo mi cadera. El pene entró poco a poco. Causando dolor, un dolor lacerante pero soportable. ...
... Y de pronto, ¡pluf! Se adentró fácilmente y ahí estaba, aun con dolor y todo adentro del culo.
Ni padre comenzó a mover la cadera y yo seguía sintiendo dolor, con sus empellones.
Yo comencé a sentir el verdadero placer. Eyaculé unos segundos después y quería seguir.
Me recliné sobre él y lamí todo mi semen. Lamí sus pecho, levanté su cuerpo y lo abracé, mientras seguía penetrándome. Estaba en mi paraíso particular y había logrado llevar a mi padre a él. Por fin.
Pronto me di cuenta de que mi padre es un experto y seguía y seguía. Yo estaba teniendo mi segunda erección, después de varios minutos de ser penetrado por mi padre.
Con ritmo pausado, entre y sale, entre y sale, lentamente. Yo creo que ya teníamos 15 minutos así. Y yo volviéndome uno con el cosmos y con ganas de reír a carcajadas. Feliz.
De pronto detiene su cadera y yo me pregunto por lo que sucede.
Todo el tiempo preguntándome si estaba despierto, si estaba dormido o alucinando por las pastillas que con los alcoholes que ingirió podrían estar generando algo extraño en mi padre.
De pronto sus manos sujetan mi cintura y comienza a mover la cadera rápidamente. Entra y saca, entra y saca. Yo no podía creer lo que sucedía. Era delicioso.
Una vez más me entregué al placer y acariciaba su cuerpo. Tomé sus testículos y los apretaba y él seguía metiendo y sacando a toda velocidad, de pronto, comenzó a variar la velocidad, logrando mantener tres ritmos simultáneamente. Uno pausado, como al inicio, ...