DARIO a los 6 (2)
Fecha: 11/03/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
Mi tío era contratista rural y su función principal consistía en la instalación de alambrados, corrales, tanques australianos, tranqueras y todo lo que tenga que ver con el campo, por lo que pasaba muchas horas en ellos. Como había dicho anteriormente, no había oportunidad que mi boca desaprovochera, de ahí que cuando se podía, le regalaba a mi tío mamadas insaciables y habidas de lechita calentita que tanto me gustaba degustar, pero, como todo nenito caprichoso, yo quería más de lo que me podía dar y hacía berrinches para conseguir mi cuota de placer de tal suerte, que mi viejo tío empezó a volvérseme insuficiente. Una noche en que mi tío se despedía de mi madre para ir a su casa, me llaman y me dicen que el día siguiente mi tío quería que le acompañe a una estancia de la zona para que viera el trabajo que este realizaba y de paso, además distraerme, aprendería a cabalgar, evitando decir que la silla sería su pija. Al día siguiente, una hermosa mañana a mediado de primavera, mi tío me recoge en casa y partí junto a él con rumbo desconocido, solo sabía que ese día iba a disfrutar con su verga tal como lo venía haciendo desde hace un tiempo. Ya en la camioneta cargada de rollos de alambres y a cierta distancia de casa, mi tío me pide que abra la guantera y vea lo que había allí. Era una bolsa en cuyo interior había un pomo de vaselina líquida, una cuerda de esas que las nenas usan para saltar con dos puños cilíndricos en cada uno de sus extremos, una bombachita de nena, una ...
... blusita blanca y un shorcito de jean. Al principio no entendí la razón de esos objetos, pero ni bien llegamos a una estación de servicio, me pide que me saque la ropa que llevaba puesta y que me pusiera esa, la que el había traído, tras lo cual, quede como nena, una hermosa nena morochita de 6 años con hermosas piernas y culito saltón que el pequeño jean destacaba aun mas al quedarme completamente metido y casi mostrando las nalguitas, cosa que me encantó y volvió aun mas cachondo de lo que ya era. Reanudado el viaje, me pidió que me sentara junto a él y al punto empezó con sus caricias en mis piernas a la vez que decía cosas como T: que hermosa nenita tengo a mi lado. Hoy vas a ser una nena buenita y vas a comer con esa hermosa colita. Y mientras decía esto, sus manos seguían acariciando mis piernas, mi panza y pecho y como mi tamaño lo permitía, podía viajar parado dentro de la cabina por lo que en esas oportunidades, mi tío no dudada en mandar mano a mi culito mientras que por mi parte, no solo me dejaba tocar, sino que mi manito, que ya sabía lo que tenía que hacer, manoseaba su dura montaña de carne hasta que él no aguantó más, paro junto a una arboleda al costado de la ruta, saco su pija, y dejo que, arrodillado en el asiento, como perrito, le chupara la pija mientras me metía dedos en el culo. No tardó mucho en llenar mi boca de leche y sentándome en sus faldas, seguimos el camino hasta una casa en medio de la nada. Una vez en el lugar, caminamos hacia la casita. Yo me ...