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Edu y yo
Fecha: 12/03/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
Hace tiempo que escribí mis experiencias de amor y sexo en mi vida, no es mi fantasía es mi realidad, lo hice en forma de diario aunque en pocas partes, ahora que encontré este lugar en la red me gustaría compartirlas con ustedes. Desde muy pequeño cuando empecé a tener noción de la atracción sexual me di cuenta que me sentía atraído por los otros chicos, a los que miraba e imaginaba, me gustaba sobremanera cuando en nuestros juegos nos tocábamos o nos rozábamos me encantaba caminar con alguno que me tomara de los hombros y en los juegos de escondite me ponía bien juntito a alguno tocándolo descuidadamente o facilitándole a alguno de ellos que lo haga. Todo transcurría así hasta aquel caluroso domingo que marco mi vida para siempre, tenia yo once años cuando ese DIA como a las tres de la tarde llegue a la casa en busca de mi amigo y compañero de escuela, con la intención de recuperar un cuaderno que le había facilitado, en la puerta me atendió Eduardo su hermano mayor un chico de dieciocho años, me invito a pasar y ya adentro me dijo que tome asiento y espere que enseguida vendría Alberto me pregunto si quería escuchar música y ante mi respuesta afirmativa puso una música suave y se retiró. Al cabo de unos minutos regresó se sentó a mi lado y me explico que su hermano había salido pero regresaría en un par de minutos que el no tenía problemas si yo quería esperar, yo le dije que si era así prefería esperar pues necesitaba el apunte que buscaba, así él empezó a contarme ...
... cosas que pretendía afirmar tocándome suavemente en el hombro, brazo, en la mano, hasta que apoyo su mano en mi muslo desnudo ya que por el calor yo tenía un short y una blusa muy liviana, esta caricia me provocó una sensación de deseo que yo realmente no conocía pero me resultó por demás agradable el percibió esto porque se acercó mas a mi lado y empezó a acariciarme las piernas mientras poco a poco llevaba su conversación hacia el sexo, yo estaba aterrorizado y no podía decir palabra, la falta de respuesta mía el la tomo como permisiva y mientras profundizaba sus caricias y sus besos me decía que no tenga vergüenza de demostrar eso, ya que él sabia por su hermano que a mí me gustaba que me toquen los varones y que si yo me brindaba, con él sería muy feliz. No sé si me brindé lo que estoy seguro es que no puse la menor resistencia a sus incursiones y también respondí a sus caricias con inmenso placer, luego de un tiempo mas de acariciarnos cada vez con mas libertad y deseos, me tomo de la mano me levanto y me dijo que fuéramos a su dormitorio, también esta vez me deje llevar sin responder palabra. Ya en su habitación me saco toda mi ropa, también el se quito la suya y nos metimos en su cama desnudos los dos, le dije que tenia miedo que viniera alguien y me tranquilizó diciendo que nadie vendría en toda la tarde. Me abrazó dulcemente, el contacto de nuestros cuerpos desnudos me provocó una hermosa sensación que me dejó indefenso, él comenzó nuevamente con sus caricias, ...