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Edu y yo
Fecha: 12/03/2020, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... su boca buscó la mía y me besó largamente, su lengua me invadió recorriendo toda mi boca, sus manos volaban por todo mi cuerpo y yo en un verdadero éxtasis trataba de facilitarle la tarea en la que estaba empeñado. Rompió el prolongado silencio para decirme que también yo tenía que acariciarlo, tomó mi mano y la llevo a su verga me asusto su tamaño y su rigidez, era enorme nunca pensé que pudiera existir una cosa tan grande, me quedé inmóvil con su miembro en la mano sin saber que hacer, él entonces me explicó como tenía que mover mi mano para darle mas placer y que con la ora le acariciara todo el cuerpo como el lo hacía conmigo, así lo hice y estuvimos largo tiempo extasiados uno con el cuerpo del otro, el me acariciaba y besaba todo me chupo las tetillas lo que me provocó mucho mas placer. Luego me pidió que me volteara con la espada hacia arriba y repitió las caricias y besos, me besaba y lamía todo mi cuerpo, me mordisqueaba suavemente las nalgas y me lamía hasta que llegó a mi agujerito, allí su lengua hizo estragos con movimientos rotativos y penetrantes sentí que entraba y salía dándome tanto placer que no podía evitar los gemidos de dicha, fue allí que tuve mi primer orgasmo. Después de un tiempo tomó un pote de crema que tenía sobre la mesita, untó bien su verga y se vino encima mío, sentí que la punta de tan enorme cosa pujaba por entrar en mi culito con delicados empujoncitos que él le daba, al comienzo no le fue fácil pero por fin lo logró. No pude ...
... evitar un grito de dolor, mas que dolor era como un ardor inaguantable mi esfínter daba contracciones involuntarias que me provocaban mas dolor aun, mi grito hizo que Eduardo se quedara inmóvil en esa posición y trato de explicarme que la primera vez siempre dolía pero que si yo colaboraba me dejaría de doler, me pidió que me aflojara, que ponga el cuerpo blando, estuvimos así un tiempo hasta que me pregunto si me pasaba, yo respondí que si me estaba pasando, el comenzó con movimientos muy suaves que ya no me daban tanto dolor aprovechando cada movimiento para entrar un poquito mas, lo hacia con tanta suavidad y ternura que empecé a sentir mucho placer, el empezó a agitarse y gemir, sus gemidos se hicieron casi gritos: Acabo dentro tuyo...me repetía y su cuerpo cada vez se convulsionaba con mas fuerza. Hasta que de pronto sentí sus contracciones y descargo en mis entrañas un fuerte y caliente chorro de semen, este fue el detonante de un intenso e interminable orgasmo que tuve el que me hizo convulsionar mi cuerpo repetidamente, hasta que al fin los dos quedamos inmóviles, extenuados, yo sintiendo sobre mi cuerpo todo el peso de quien era el autor de tanta felicidad. Después de unos minutos cuando recobramos el sentido, Edu con todo su orgullo machista satisfecho me hizo ver que en medio de tanto placer y contorsiones de nuestros cuerpos había logrado sin dolor de mi parte penetrarme completamente, todo su enorme miembro estaba dentro mío, lo que certificó empujando suavemente ...