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Puti-Post
Fecha: 12/03/2020, Categorías: Gays Autor: priscilla69, Fuente: CuentoRelatos
... mucho, mucho. Ella sabe a qué se refiere el personaje en cuestión, pero debe aceptar el juego de la forma más discreta posible. -Y, ¿qué ha visto que le ha incitado a remunerarme por ello? -Algo muy misterioso y escondido que me gustaría tocar. -Y, si yo le dejo tocar eso tan misterioso, ¿usted que me dará a cambio? -Un billete de los grandes -Bueno... Un poco indecisa, pero decidida a hacerse con el billete a cualquier precio, Mary y el personaje lascivo, se adentran en un portal. Después de dejarse tocar a fondo su sonrisa vertical, el personaje abre la cartera y le entrega el billete. Mary lo recoge e intenta salir del portal, pero la voz insinuante vuelve a paralizarla y la hace retroceder de nuevo hacia dentro. -¡Otro trueque nena! Acepta otro intercambio -¿De qué se trata ahora? -Muy sencillo. Has dejado que te tocara, y te he regalado un billete. Si me dejas que te lo coma, pues serán dos -Ah...h! Ella sigue escuchando a ver hasta cuanto propone el señor lascivo. -Y si yo te lo cómo, y tú me la comes, pues serán tres billetes. -¡Joder...! -De eso se trata. Si yo te jodo y tú te dejas joder, pues serán cuatro. -Tanto comer. Tanto comer. Esto parece un restaurante. -Y de tanto comer, vamos a pillar un buen empacho. -Y espero, que sea un buen restaurante, porque vas a tener que pagar una cuantiosa factura. Una vez cerrado el trato, se meten en el cuarto de contadores, con la llamémosla fortuna, de encontrar ...
... un viejo colchón que les servirá de mesa y mantel. El, se desnuda y ella se sube la falda a la cadera. Se comen el uno al otro y cuando están ya a punto de follarse, se oyen dos golpes secos en la puerta. Ambos se sorprenden y rápidamente se enderezan. La puerta se abre y aparece el encargado de mirar los contadores de la luz. Lleva puesto un mono de trabajo, y con ambas manos sujeta un folio plastificado. Muy sonriente suelta -Servicio de camareros. Les traigo la carta para que puedan elegir postre, porque veo que el almuerzo se lo comieron entero. No han dejado ni las migas. El operario de la eléctrica aparta la carta de sus manos y aparece su polla bien erecta. -Podéis repetir cuanto queráis, pues como podéis observar, no os lo vais a acabar. Al ver la enorme polla, tan empalmada y jugosa, ambos se ponen en pie, y discuten a ver quién empieza primero. Media hora más tarde, y después de haber repetido postre por partida doble, Mary y el personaje lascivo, yacen extenuados, haciendo la digestión. Mary mira a su derecha y ve que el fajo de billetes que el personaje lascivo le había pagado por el trato, ha desaparecido. Rápidamente se viste y sale a su encuentro, pero no le ve. Dos portales más abajo, le espera su carrito, pero colocado sobre él, se hayan el mono del operario de la eléctrica y una nota escrita de su puño y letra. “Debido al alto voltaje que se ha generado en este cuarto de contadores, me he visto obligado a cobraros ...