1. Mi cuñado Tony


    Fecha: 13/03/2020, Categorías: Infidelidad Autor: lauragv, Fuente: RelatosEróticos

    ... decir nada, empujó poco a poco su pene y yo sentía como iba entrando en mí, haciéndome mover en círculos mi cadera para gozar al máximo, el movimiento de sus caderas hacia saltar mis pequeños senos al mismo ritmo, gritaba y gemía en cada embestida, veía su cara como gozaba poseyéndome, me levantó las piernas colocándola en sus hombros sin dejar de moverse, después de un rato, me hizo girar poniéndome de lado no paraba de empujármela, después me la sacó y me puso hincada en al sofá, apoye mis brazos en el respaldo y me penetró de un solo empujón, yo grite de placer, me dolió pero me gustó, me dio así un rato, giré mi cabeza para verlo y le dije.
    
    - Intenta metérmelo por el culo.
    
    Sin decir absolutamente nada, empezó a chuparme el culo, lo llenaba de saliva, eso me prendía mas y mas, lo preparaba para penetrarlo, me metía un dedo, me chupaba, me volvía a meter el dedo, así estuvo dándome un rato y al fin lo colocó el la entrada y empujó, lo metió un poco, sentí que me partía el culo, grite, se detuvo, volvió a empujar, gemí y grité, el lo hacía con cuidado, volvió a empujar y sostenía mis caderas para que no me zafara, sentía como ese trozo de carne dura me partía en dos, cuando mi culo se acostumbro a ese gran pene, empezó con el movimiento de mete y saca, poco a poco el dolor se ...
    ... convertía en placer y mas placer, gritaba y gemía cada vez mas y mas, el también gemía y me decía.
    
    - ¡Que rico culo tienes Karlita!... apretadito y sabroso.
    
    Me agarro las tetas y me jaló hacia el, gire mi cabeza y nos besamos apasionadamente, nuestras lenguas jugaban una con la otra y su pene seguía con un suave vaivén dentro de mi culo, de repente me empujó al sofá y aumentó la velocidad de sus embestidas, yo gemía a gritos, sabía que estaba a punto de acabar y así fue, saco su pene y lo puso a la entrada de mi culo soltando la leche caliente contenida en cinco días, rociándola en toda mi espalda, me desplome sobre el sofá, cansada, agotada, con el culo adolorido, el también se sentó en el sofá, me acerqué a el y le di un tierno beso y me fui a bañar.
    
    Esa noche y toda la semana dormimos juntos, haciendo el amor todos los días, cuando regreso mi hermana nuestros encuentros fueron mas espaciados, yo seguía escuchando a mi hermana gemir y gritar casi todas las noches, pero ahora sabía que también a mí me hacía gemir y gritar. Ya pasaron ocho años de esto que les cuento, hace cinco me case y vivo en otro lugar cerca de la casa de mi hermana y mi cuñado Tony, pero seguimos haciéndolo cada vez que podemos, porque ni mi marido me hace gozar tanto como lo ha hecho Tony desde entonces. 
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