54.1 Momento de compartir
Fecha: 23/09/2017,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... llenar y dar placer.
Abrió más mis piernas empujando con las suyas, para que bajara el culo y quedara horizontal a su polla, jugó un momento para posicionar la punta del pene en la entrada de mi ano, cuando creyó que estaba encajado justo en la diana del hoyito, tiró de mis caderas con fuerza y empujó la suyas, con el primer empujón tenía la mitad de su polla dentro y me encogí por la impresión, me relajé y cuando lo notó repitió la operación encajando toda su verga en mi recto hasta golpear con sus testículos en el perineo.
-¡Ahhh! Gonzalo, ¡Qué follada, mi vida! Espera un momento que lo asimile. –reía orgulloso de su fuerza y virilidad, pero cuando notó que mi ano aceptaba de buen grado su polla, comenzó a entrar y salir muy rápido sacando la verga como a la mitad, y luego volviendo a penetrarme con fuerza haciendo que sus huevos se estrellaran contra los míos.
-Toma, toma polla puto, tienes el culo duro marica. –y me daba muy fuerte la polla, la mía tiraba mucho líquido, tocaba mi próstata y hacía que saliera un río de jugos por la uretra.
Me iba a correr en unos segundos y quería que él se fuera antes para sentir su leche bañando mis entrañas.
-Me corro Dani, me voy mi amor. –eran sus últimas metidas hasta que terminó clavado en mi culo entre espasmos que hacían temblar su cuerpo y le vaciaban los testículos. Disfruté sintiendo como me llenaba de leche y me masturbé con rapidez para eyacular a mi vez cerrando el ano y aprisionándole la verga.
Nos dimos ...
... una rápida ducha y pude expulsar toda la cantidad de leche que me había inyectado en el ano, luego volvimos a la cama después de abrir la puerta de comunicación con la habitación de los niños, dispuestos a descansar cansados por la tremenda follada.
-Cada vez que vuelves de viaje, después de pasar unos días fuera, son nuestros mejores polvos, me llenas de leche y me encanta sentirme lleno. –le abrazaba riendo dichoso.
-¿Quieres decir que tengo que estar fuera más a menudo y más tiempo? -ponía voz de molesto y entre risas le tapaba la boca con mis labios.
-No tontito, pero vienes con tantas ganas… yo también las tengo mi vida.
-Me contengo por los niños, no puedo hacer lo que deseo con ellos delante.
Parecía que me terminaba de dormir cuando me despertaron los sonidos que salían del vigilante que había dejado encendido, miré la pequeña pantalla y Pablo se movía nervioso emitiendo pequeños y débiles gemidos.
Esperé para que se calmara y en su lugar ahora movía los brazos, iba a despertar a su hermano y me incorporé.
-¿Dónde vas? ¿Qué sucede? -Gonzalo me cogía del brazo intentando retenerme.
-Es Pablo, otra vez las pesadillas y va a despertar a Daniel, tú duerme voy a verles.
Siempre les dejo una pequeña luz encendida, para que la cámara tenga luz y principalmente para que si despiertan no se asusten. Pablo estaba muy agitado y movía los brazos y las piernas como si se ahogara, su hermosa carita se contraía mostrando dolor.
-¡No!, ¡no!, ¡no! -tenía ...