54.1 Momento de compartir
Fecha: 23/09/2017,
Categorías:
Bisexuales
Autor: Albany, Fuente: CuentoRelatos
... la frente húmeda y se la toqué para notar si tenía fiebre.
No se tranquilizaba y le cogí en brazos.
-Tranquilo mi amor, no pasa nada nenito, papá está aquí mi vida. –abrió los ojos y me abrazó el cuello temblando. Lo acuné un momento para que se calmara y cuando lo logré me incliné para devolverle a la cama.
-Déjame dormir contigo papá. –se apretaba a mi cuello sin querer soltarme.
-Vale, vale, pero suéltame o me ahogas. –miré a Daniel y tenía los ojos abiertos como platos. Entonces Gonzalo me sujetó por los hombros, creía que se había quedado en la cama y lo tenía a mi espalda.
-Ve a la cama con Pablo, yo me encargo de Daniel.
Contemplé a los tres dormidos, Pablo mirando hacia mí, ligeramente encogido. Daniel con su manita en la cara al lado de Gonzalo que estaba encogido protegiendo a su pequeño.
Amé ese momento tan bello, de emoción no pude evitar que las lágrimas resbalaran por mi cara hasta los labios donde las lamí para que no siguieran resbalando.
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Diciembre no resultaba ser el mejor de los meses del año en Londres. Esa mañana Nicolás me había llamado para decirme que hoy viernes, día dieciocho, vendría a pasar el fin de semana con nosotros, el lunes viajaría a España para pasar las Navidades con su familia.
-Quería saber si tenéis libre esta tarde.
-Claro que sí Nico, estaremos un rato como siempre, ¡qué cosas preguntas!
-Verás, un amigo de Barcelona dará una charla, pertenece a una ONG médica, imagino que ...
... querrá buscar fondos para su organización, por lo menos me veo obligado a hacer número y apoyarle, deseaba que fuerais conmigo.
-Eso ya lo tienes concedido, nos vemos a la tarde, un beso Nico.
-Un millón para ti Daniel. Os llamo a la tarde háblalo con Gonzalo.
Cuando al mediodía, mientras comíamos se lo dije, se quedó tan tranquilo, había recibido en la oficina una invitación para asistir y estaba al corriente, no pensaba acudir pero ahora todo cambiaba, si lo pedía Nicolás, y era por una buena causa, estaba decidido iríamos con él.
El hotel donde se celebraba el acto estaba muy concurrido, teníamos nuestros asientos reservados en la sala de conferencias del local y con tranquilidad fuimos saludando a bastantes conocidos de Gonzalo y Borja que también se ofreció a asistir junto con Blanca. Eran personas importantes que acudían como nosotros, por compromiso, o peor aún, para que se les viera en la prensa. No voy a ser injusto, también había reconocidos mecenas, gente que sabía repartir algo de lo que a ellos les sobraba, pero personas de buen corazón.
Gregori, el amigo de Nicolás, era un chico de nuestra edad y se había metido en esos líos de la juventud que lo da todo. Era médico y su organización le tenía desplazado en el Líbano, atendiendo alguno de los campos de refugiados de las guerras que asolaban esa castigada zona del mundo. Se le notaba la inmensa bondad de su alma en los ojos.
Nico nos lo presentó, resultaba tímido, pero resuelto pasa mostrar la ...