Mi revancha - Relatos Eróticos

Mi revancha

... sentada sobre mi cintura con una pierna a cada lado, todavía con sus senos siendo cubiertos por su lencería negra, pero que permitía adivinar las formas que aun se escondían bajo la tela de encajes transparentes. Con sus dedos recorría el trayecto desde mi cuello hasta mi cinturón, por momentos me permitía verla. Ver cuanto estaba disfrutando de lo que estábamos haciendo. ¿Como es que no me di cuenta de esto antes?. Yo: no parecías de la especie que disfruta amarrando a sus parejas Natalia: Gracias por esto Yo: Lo mismo digo Natalia: Si te gusta esto, disfruta lo que sigue Mientras decía esto, Natalia, hábilmente comenzó a desnudar el resto de mi cuerpo sin apartar su mirada de la mía, luego ronroneando como una gata para luego empezar a juguetear con mi genitales, besando, acariciando, mordiendo y succionando todo lo que encontraba menos precisamente mi miembro. Al aparecer se estaba divirtiendo con la pequeña tortura, debo decir que yo igual disfrutaba la situación, a medida que avanzaba mas, la mente se me nublaba con recuerdos que en su momento no interprete como algo fuera de lo común. Tardes de domingo en la consola, Solange jugando mientras su tía y yo la guiábamos y hacíamos bromas. puede, que Natalia estuviera concentrada en mi, y no en el Plasma con el vídeo juego, cuando tuve que tener una cena de compromiso con Amalia, enfrente de muchos parientes, socios y "amigos de la familia", la joven Natalia, desapareció llorando y corriendo a su habitación, haciendo de ...

... aquella la segunda ocasión en la que me cruzaba con mi cuñada tres años menor. ¿Ese llanto estaba relacionado con su hermana y conmigo?. Natalia: Creo que se me olvido algo Yo: No puede faltar nada cuando ya todo es perfecto Natalia: Eres muy halagador, pero en serio. Quiero que veas mis senos y lo que viene con ellos Yo: Nada me gustaría mas, pero antes contéstame una pregunta Natalia: ¿Que quieres saber? Yo: ¿Desde hace cuanto me observas como un hombre y no como tu cuñado? Natalia: Me da vergüenza admitirlo. La verdad es que fue la primera vez que nos presentaron, yo acababa de cumplir 17, desde ese momento tu y tu olor se convirtieron en una obsesión Yo: ¿Mi olor? Natalia: si, siempre me encanto. Hace dos años, Sol, me dio una botella de tu colonia, en mi cumpleaños. Si, ella sabe lo que siento. Pero nunca divulgaría ese secreto, es algo entre mejores amigas. ¡No me mires así, uno no elige de quien se va a enamorar! Yo: No es por ti, solo que no sabia que Solange, tuviera esa clases de lealtades. Es bueno saber que sea capaz de ser tan fiel teniendo a tu hermana como madre Natalia: Seguro lo aprendió de ti. Aun si supiera la verdad, ella te seguiría viendo como su papá Yo: ¿Recuerdas esa estúpida fiesta de compromiso, en casa de tu familia? Natalia: Mejor de lo que debería Yo: Cuando me dejaste pasar, saliste corriendo mientras llorabas. ¿Fue por mi? Natalia: Fue el día que descubrí que mi amor nunca seria correspondido, porque para empezar no puede ser correspondido Yo: en ...