1. Anita se va de excursión


    Fecha: 15/03/2020, Categorías: Gays Autor: vladi, Fuente: CuentoRelatos

    ... decantaba por cada uno de nosotros y viceversa. Yo llevaba unas mallas cortas bien ajustadas que me marcaba bien el paquete y unas preciosas braguitas de encaje negro.
    
    En un momento “mi candidato” dijo que iba a tirar la basura a un contenedor alejado y bien oculto supongo que por motivos estéticos. Yo dije que era una buena idea y que e iba a acompañar para tirar la nuestra. Cuando me levanté Juan me hizo una señal picarona.
    
    Según nos acercábamos al contenedor, me iba poniendo más caliente y ya tenía una erección notable que se me tenía que notar dado la ropa ajustada que llevaba.
    
    Una vez que tiramos la basura pensé que había que atacar, así que le dije que quería hacer un pis. Él dijo que también, nos detuvimos y prácticamente nos paramos uno enfrente del otro.
    
    Me bajé las mallas y me quedé con las braguitas y un buen bulto. Para animar dije que estas bragas de encaje eran muy incómodas para hacer pis. Se me acercó y me acarició las nalgas y me dijo:
    
    —Parecen muy bonitas y suaves ¿las llevas siempre?
    
    —No, solo cuando me visto de mujer y en alguna otra ocasión cuando quiero encelar a un tío.
    
    —¿Y es este el caso?
    
    —A ti que te parece?
    
    —¿Te importa que te las baje y te toque la polla?
    
    —Lo estoy deseando, pero todavía no he visto la tuya.
    
    Si esperar a más le eché mano al paquete, le bajé la cremallera y le metí la mano en la bragueta. Tras una corta lucha con el slip, le saqué a polla que estaba bien de tamaño, pero en estado ...
    ... morcillona.
    
    Le dije que parecía que no estaba muy animado a lo que me contestó que ya no se le levantaba como antes pero que cuando quería una buena erección recurría a la pastillita azul. Le dije que no me importaba si era capaz de correrse, aunque tardase un poco.
    
    Me bajó las bragas y me cogió el pene que estaba bien tieso y me dijo:
    
    –Qué envidia me das, la tienes tiesa y dura como una barra de hierro.
    
    —Seguro que esta noche la vas a ablandar más de una vez.
    
    Le abracé con ganas y me empecé a restregar contra él hasta que me corrí. Le dije que no se preocupara que jugase conmigo mientras yo le hacía un trabajo manual. Así hicimos, me tocó el culo a conciencia y se corrió enseguida.
    
    Mientras volvíamos al campamento le propuse dormir juntos esa noche porque tenía gomas y lubricante y podíamos hacer de todo. Cuando llegamos al campamento la otra parejita había desaparecido en su tienda que estaba cerrada.
    
    Antes de nada, le dije que aun teniendo en cuenta lo fría que estaba el agua, querría lavarme porque tenía todo el vello sucio del semen de la corrida, él se animó también y nos lavamos en uno al otro, con lo que, a pesar de lo fría del agua, al menos yo salí calentito.
    
    Él la tenía encogidita del agua fría y me apetecía mucho, así que le dije:
    
    —Llevo un rato deseándolo y me apetece mucho chupártela.
    
    —Me contestó” me encantaría porque me estoy volviendo loco de ganas de que me penetres con esa estaca que tienes entre las piernas.
    
    Nos metimos en la tienda nos ...
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