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Mi primera vez fue con un maduro
Fecha: 16/03/2020, Categorías: Incesto Autor: Loliita, Fuente: CuentoRelatos
... escuchar el aleteo de algunas aves que salieron de los árboles. Al escucharme Mr. Cuatro me daba ligeras mordidas en mis pezones lo que hacía que me retorciera de placer, cuando ya me tenía dominada, dejo de morderlos y me puso de rodillas. No sabía que había pasado, solo sentía que mis pezones me dolían bastantes, de pronto escuche el sonido de un cinto y Mr. Cuatro dijo –Por fin es hora del plato fuerte. No supe que fue lo que hizo pero de un momento a otro él estaba recostado en la arena y yo estaba hincada y abierta de piernas sobre sus piernas. Sentí que con sus dedos buscaba mi conchita hasta que la encontró. Note que acomoda algo sobre mi conchita y de pronto sentí como entraba de golpe. Deje escapar un grito ahogado de dolor, pero después comencé a gritar a todo pulmón. –AAAHHH!! NOO!!! –sentía con cada embestida que me daba como el interior de mi conchita era abierto por el pene de Mr. Cuatro era casi similar a los cólicos que me daban cada mes. Mientras Mr. Cuatro estaba extasiado con mis gritos. –grita Lolita grita!! Me gusta escuchar como gritas mientras te robo tu virginidad!! Y yo sin embargo no podía parar de gritar. Alrededor de 10 minutos de puras embestidas, Mr. Cuatro se fue cansando y yo me fui acostumbrando hasta que ya no me dolía. Pase de estar gritando como loca a estar callada como tumba. Solo se escuchaban los sonidos que hacían nuestros sexos al estar unidos. Cuando por fin Mr. Cuatro no podía más, hizo una pausa y respirando ...
... difícilmente me dijo. –Cielos putita… que difícil… eres de complacer… por lo menos gime… un… poco… para… correrme… Al ver que no le contestaba me tomo de las caderas y me dijo. –Te toca a ti mi amor, muévete un poco para seguir. Pero no le hacía caso. –vamos preciosa, muévete o nos quedaremos toda la noches pegados. Aunque a mí no me molesta. –me dijo el mi cínico. Como no me agradaba la idea de tener su cosa dentro de mí por toda la noche, comencé a moverme de mala gana. Al sentir que me movía Mr. Cuatro comenzó a darme unas nalgadas como premio por haber hecho caso. Lo cual no me hacía gracia. Comencé un vaivén lento y podía sentir que su verga comenzaba a ponerse dura otra vez. Poco a poco fui aumentando la velocidad hasta que escuche gemir por primera vez a Mr. Cuatro. Fue más bien un bufido de animal lo que escuche pero continúe con lo mío. A los 15 minutos de estar meciéndome sobre su verga, Mr. Cuatro estaba muy excitado y gemía cada vez más fuerte. Por otro lado yo aunque no lo quisiera también me encontraba excitadísima. Me sujeto fuertemente, a tal grado que me encajo sus uñas y eso ocasiono que comenzara a gemir junto con él. Nuestros gemidos se mezclaba con los sonidos de la naturaleza y de pronto sentí algo caliente dentro de mí. Mr. cuatro comenzó a bufar demasiado fuerte y sentía como su pene se contraía dentro de mí. Con cada contracción sentía que algo salía disparado de su pen y me llenaba con algo caliente mi vagina. No sabía si seguir moviéndome o ...