Mis machos.
Fecha: 17/03/2020,
Categorías:
Zoofilia
Autor: Benobodo, Fuente: SexoSinTabues
Que tal amigos y amigas, este relato es real y voy a tratar de hacer corto, creo que debo de ponerlos en contexto antes de relatares mi experiencia en la zoofilia. Primero que nada debo decirles que siempre he estado despierto al sexo, desde que me acuerdo, una vez me orine en la cama y me quité la pijama y en la cama puse una toalla para poder seguir durmiendo desnudo, cuando me desperté en la mañana había olvidado que estaba desnudo, me levante sobre la cama y que puse en cuatro patas ya sin las sabanas y me vi a mi mismo mis nalgas por sobre mi hombro y fue una imagen que me exitó mucho, creo que tenia 4 años. Mi morbo excesivo y tener la idea de que era malo me hizo esconderlo desde ese entonces, lo ocultaba para sentirme aceptado por mi familia. Por lo mismo fui muy retraído y aislado del contacto femenino, lo único que veía en una mujer era deseos de contacto carnal y como no quería que se dieran cuenta de ello, no me era fácil mi interacción con ellas. Pues bien, esta falta de contacto y la urgencia del mismo me llevó a muchas sesiones de auto complacencia de todas las maneras que se me ocurrían (para un niño y después adolescente), lo cual me llevó a explorar mis genitales y mi ano por supuesto. En alguna ocasión y por casualidad siendo niño, en el baño de unos amigos me topé con la mascota de la casa, por la calentura me desnude y trate de tener contacto con el perro, a lo cual el perro ni se inmutó y no pude hacer que se levantara de donde estaba echado, aun así, ...
... froté mi cuerpo con su peludo cuerpo y eso me causo sensaciones diferentes porque fue la primera vez en que tuve contacto con intenciones sexuales con un ser vivo. En fin, mi relato inicia cuando mi padre trajo dos perros a la casa, yo ya tenia unos 15 años y los perros como 6 meses de edad, la casa era grande y los perros estaba en la parte alta de la casa, yo era quien los atendía regularmente, mi padre trabajaba fuera de la ciudad y solo lo veíamos los fines de semana cuando podía venir. A pesar de que mis sesiones de auto complacencia seguían, no se me había ocurrido intentar algo con los perros hasta que un día me quedé solo en la casa por todo el fin de semana, ya los perros tenían como un año de edad, bajé a los perros a la casa, me quité la ropa y comencé a jugar con ellos, les tomaba la verga para exitarlos, les mame la verga, me ponía en cuatro para ver si se me montaban, pero nada, fue realmente muy frustrante. Ese fin de semana las sesiones con los perros fueron muchas pero terminaban en lo mismo y tenia que conformarme con masturbarme y meterme algo por el ano para pensar que me estaban cogiendo los perros. Fueron varios meses de cuando tenia oportunidad tratar de consumar una penetración con los perros, pero nada. Por supuesto que en varias ocaciones me montaba a un perro, metia la mano por entre mis piernas, le sacaba la verga de su funda al perro y me la metía en el ano, hacia movimientos hacia enfrente y hacia atrás para ver si el perro comenzaba a bombearme, ...