Mis machos.
Fecha: 17/03/2020,
Categorías:
Zoofilia
Autor: Benobodo, Fuente: SexoSinTabues
... pero nada. Mis machos. Este relato trata de cómo fue que inicié en el mundo de la zoofilia, soy un hombre casado y con hijos, pero mi infancia fue difícil debido a que desde que recuerdo, siempre tuve un instinto sexual muy desarrollado, mi primer orgasmo fue como a los 7 años con una almohada, no sabía lo que había pasado y no eyacule, pero me gustó mucho. Un día que le estaba sobando la verga a uno de ellos, de casualidad le sobé la zona en la que se les forma la bola con la que abotonan a las perras y el perro hizo movimientos de apareamiento por reflejo, casi no se podía detener, ese día lo masturbé al perro con éxito y vi el volumen tan delicioso que tomaba su verga, me la metí a la boca y succione todos el semen y líquidos mientras le masajeaba esa zona tan especial. Ese día no tuve oportunidad de nada mas con ellos, pero sabia en la primera oportunidad que pudiera, ya sabía lo que tenía que hacer. Ese día llegó, un fin de semana solo para mí y los perros, por cierto que ellos nunca habían tenido hembra, así que yo creo que también estaban un poco urgidos de placer, ese día los baje a la casa, me desnudé, mi verga estaba babeando mucho por la excitación, me acosté en el suelo y los perros se fueron sobre mí para lamerme la cara, eso siempre lo habían hecho, pero ese día me sabia a promesa de algo mejor por venir, me puse un poco de crema en el ano, tenía mucha experiencia en hacerlo y me monte al primero de ellos, quería que me cogiera de la manera más espontanea que ...
... se pudiera por lo que no introduje su verga en mi ano, le di masaje en la zona especial con su verga fuera de mí, fue la peor picotiza que me han dado en las nalgas y en los genitales en mi vida, le dio a todo menos a mí ojete, me lo quite de encima para reposar un poco, me dolía pero a la vez estaba muy emocionado, era la primera vez que un ser vivo me había querido coger, el otro perro solo nos estaba observando, nuevamente hice el intento, pero esta vez me lo monte e introduje su verga delgada en mi ano, como siempre el perro no hizo nada, metí mi mano por entre mis piernas para masajear su zona de éxtasis y se soltó con un bombeo furioso a mi culo, me sujeto fuertemente por las caderas y el bombeo fue exquisito, paf paf paf sonaban mis nalgas con cada embestida que me daba, yo estaba lo más abierto de piernas que podía, con mi espalda bien arqueada recibiendo esa embestida fenomenal, no sé cuánto duro el mete y saca bestial del perro, yo me sentía extasiado y le decía, "así papito, así papito, méteme toda la verga, que rico, que rico, eres mi macho", era la primera vez que alguien tenía relaciones sexuales conmigo. Cuando el perro dejo de bombear, me di cuenta de que estábamos pegados, no pensé que eso fuera a suceder, toque mi ano unido a la verga de mi perro y me di cuenta de que su tronco en la raíz estaba muy delgado, introduje mi dedo un poco y fue cuando sentí el mazacote de verga que nos tenía unidos. No sé por qué razón, el otro perro se nos acercó y comenzó a ...