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Clases de ingles pagadas con sexo -2
Fecha: 20/03/2020, Categorías: Gays Autor: elobrerodelsexo, Fuente: CuentoRelatos
(Continuación de mi primer relato:Susana, clases de inglés pagadas con sexo-1) Después del primer pago, seguí dando clases al hijo de Susana. Susana no estaba en el horario de clase, me recibía su madre pues ella estaba trabajando horas extras, hasta que en la cuarta clase me abrió la puerta Susana. Me recibió sonriente y nada más verla note un hormigueo de gusto en la polla. Susana vestía una falda negra y una camisa blanca, el pelo rubio lo llevaba recogido en una “cola de caballo”, se la veía guapa, sensual por lo modoso de su atuendo (me recordaba al uniforme de algún colegio) y muy apetecible. Me acompaño a la sala donde su hijo me estaba esperando para su clase de inglés y nos dejó solos. La siguiente hora me pareció que no terminaba nunca, al fin Susana entro a la salita y me dijo: -¿Te importa esperarme a que lleve a Pedro al cumpleaños de un amigo y al volver te pago? -Tranquila mujer, lo primero es el chico, acércale, así mientras aprovecho y le corrijo los ejercicios de hoy. Susana no tardó ni diez minutos en volver. Un momento después entró en la salita, yo aún no había terminado de corregir los ejercicios, ella se sentó en el sofá enfrente de mí, con las piernas flexionadas y los pies apoyados en el asiento. La mire y la polla me dio otro tirón dentro de la ropa, ahora sabía qué había estado haciendo Susana, se había quitado las bragas y movía las piernas suavemente. Su chocho aparecía y desaparecía a mi vista con el ...
... movimiento. Termine rápidamente la corrección como pude y cerré el cuaderno mientras Susana me miraba con una mirada inocentemente sensual. Estaba dolorosamente empalmado por el espectáculo. -¿Cómo quieres cobrar las cuatro clases que te debo? Apenas me queda dinero. La mire intensamente y le dije: -Para empezar me gustaría comerte ese chocho tan apetecible que tienes. Susana puso una cara inocentemente sensual. -Me parece bien, pero con una condición, no puedes parar de comérmelo hasta que me corra. -Con mucho gusto. Susana entonces, mirándome fijamente y sonriendo, abrió lentamente sus piernas, dejándome ver en todo su esplendor su sexo. Me puso muy caliente esa actitud de desvergüenza y confianza en sus encantos que mostraba Susana. Me levante de la silla y me acerque, arrodillándome delante de ella. Su chocho era rosado, totalmente limpio de bello, no muy grande, tenía los labios prominentes y pude notar que estaban algo humedecidos. Estaba deseando chupárselo y mientras lo contemplaba pensé que ese día no me iría de allí, sin llenarle ese chochito tan apetecible, con mi dura y gorda polla. Empecé a mordisquear sus muslos suavemente y a pasarle la lengua acercándome al sexo y alejándome, haciéndole sentir mi cálido aliento sobre sus labios, oliendo su suave aroma a sexo y gel de baño, mientras miraba como Susana cerraba los ojos y se relamía lentamente los labios. En este punto el chocho de Susana se había mojado y empezado a hinchar sus labios por la ...