Mi madre y yo estamos locos
Fecha: 21/03/2020,
Categorías:
Incesto
Autor: Luis Maria, Fuente: CuentoRelatos
Estaba terminando de preparar el café de media mañana y esperaba con impaciencia que mamá regresara de las compras. En esto estaba, cuando la sentí llegar, me dirigí a la entrada y tras saludarla, la ayudé con las bolsas La expresión de mamá no me gusto, su rostro mostraba cansancio y desilusión. Esperé a que ella se acomodara en el sofá, le serví el café, me senté a su lado y me dispuse a escucharla...
Durante unos instantes, mamá agitó la cucharilla en la taza, luego dio un pequeño sorbo y tras suspirar con tristeza, me comentó:
—La experiencia de ayer fue un fracaso más. Tu padre me dijo, más o menos: ¿qué hacía yo, con esa ropa de fulana puesta? ¿Si es que no me daba cuenta de mi edad?
Tras comentarme esto mamá quedó abatida, a punto de saltarles las lágrimas. Pasé el brazo izquierdo por sus hombros y la acaricié con dulzura. Ella, apoyó su rostro en mi pecho y comenzó a llorar en silencio. Pienso que para que no me percatará de sus lágrimas. No valoré, en aquel momento, la falta de sensibilidad de mi padre, sólo traté de contrarrestar el sufrimiento de mamá. Sin decir palabra, acaricié su cabello, y poco después comencé a besarla suavemente en la cabeza. Su reacción fue abrazarse a mí mientras se desahogaba. Poco después, levantó su rostro hacia mí, como para decirme algo. Entonces le susurré cariñosamente:
—No digas nada, mamá, sólo siénteme y olvida lo sucedido... Ya hablaremos luego...
Reaccionó, cerrando los ojos y dejándose llevar por el momento. ...
... Permaneció con su rostro levantando hacia mí, de forma que comencé a besarla en la frente, en sus ojos cerrados, sus pómulos, mejillas, hasta cubrir la totalidad de su rostro, mientras mis manos acariciaban suavemente su espalda. Al pasar sobre sus labios sentí cómo hacía su abrazo más intenso, no le di mayor importancia entonces, Pero al volver a pasar sobre su boca se repitió su reacción, esta vez con mayor intensidad. Ante esto, me centré en besar sus labios con toda la dulzura de que fui capaz. Cuando me percaté como mamá me ofrecía sus labios, me di cuenta del camino por el que podría deslizarse la situación. No me importó, pues, si esto sucedía, igual que me había ocurrido con alguna amiga, lo mismo haría con ella ya que es mi mejor amiga, a pesar de ser mi madre...
Decidí actuar con prudencia, y sobre todo con todo mi cariño. Cubrí sus labios con los míos y aventuré mi lengua al encuentro con la suya, pronto esta acción se transformó en el beso más apasionado que me habían dado jamás... Sentí como me abrazaba con toda sus fuerzas, como sus pechos se apretaban contra el mío. Bajé mis manos a sus costados, me insinúe sobre sus pechos. Vi su reacción y sin más llevé mi mano derecha sobre su pecho izquierdo. Lo palpé con suavidad, sintiendo su tamaño y su textura, por encima de la camisa. Busqué su pezón, lo encontré tieso duro y procedí a titilárselo con las yemas de los dedos... Mamá gimió profundamente y volvió a buscar mi boca, comiéndomela apasionadamente. Desabotoné ...