Desarrollo de una osa - Relatos Eróticos

Desarrollo de una osa

... nada de este vello tan bonito. Después el hombre se tiro encima mío y seguimos besándonos desnudos mientras sus manos recorrian todo mi cuerpo. Después el hombre paro de repente y me dijo, ahora jugaremos a un juego en el que tienes que hacer todo lo que diga y seguirme el juego, yo asentí. Después el hombre me puso a 4 patas y empezó a comerme el culo, con cada lenguetazo suyo soltaba un pequeño gemido que me calentaba mas y mas, notaba como su barba rozaba y arañaba mis nalgas cubiertas de un vello fino y poco crecido. De repente el hombre paro y me dijo, te gusta el roce de la barba y te encantaría tener otra como la mía, por eso te empezarás a dejar barba. Después de eso me dijo que para que continuasemos con el sexo yo tendría que decir que era su oso durante todo el sexo y responder a ello, yo ante la excitación solo quería más, entonces le dije que era su oso un oso peludo. Entonces el hombre poco a poco empezó a introducir su gran pene dentro de mi, solo el roce de su pene provocaba los gemidos, cuando n cada movimiento de su pelvis el pene se movía mas y mas provocando cada vez gemidos más fuertes en mi, y mientras yo le chillaba soy tu oso follame este oso quiere que le folles, después el hombre saco su pene caliente de mi y me dijo que para el final me tenía que poner lo que había en el baño. Yo fui rápido al baño y me lo puse, había un top sin mangas cuando me le puse todo mi estómago quedó al aire exibiendose el vello que tenía en el. Cuando salí del baño el ...

... hombre me dijo que ya era un buen oso pero que tenía que ser domesticado y me lanzo contra el suelo volviéndome a poner a 4 patas pero esta vez el tenía una fiesta de la mano, el empezó a anotarme el culo con la fusta con movimientos más fuertes cada vez mientras me decía: -esto es lo que te gusta, quieres que te azoten y que te hagan perder tu hombria a pesar de que era un hombre de pelo en pecho. Gritame que te quite la hombria Yo a pesar de estar en ese estado de trance eso me pareció demasiado yo siempre me había considerado bien masculino y no quería lo que el hombre decía. -no, no quiero que me la quites. Entonces el hombre empezó a anotarme más fuerte, yo no me podía mover de las 4 patas y el estaba de pies. -pidemelo se qué quieres perderla,si no empezaré a azotarte más fuerte. Yo seguía resistiendome cuando de repente el hombre me cogió una muñeca y me la encadenó con unas esposas al cabecero de la cama. Ya cedido lo grite. -porfavor quítame la hombria que tengo. Entonces el hombre me cogió y me puso en la cama encadenandome la otra muñeca al cabecero quedando yo en una postura boca arriba y todavía con el top rosa puesto. Yo estaba en un estado de aturdimiento se había mezclado el miedo la excitación y el alcohol dejándome en trance. Una vez en esa postura el hombre empezó a acariciarme de una manera sensual y suave mientras me decía: te gusta que te acaricien así y no de una forma ruda, porque así es como acarician a las mujeres delicadas y sensibles y a ellas las ...