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Desarrollo de una osa
Fecha: 23/03/2020, Categorías: Gays Autor: Aser120, Fuente: SexoSinTabues
... gusta mucho, yo seguía en ese estado completamente cedido pero lo peor es que el pene se me empezó a poner muy duro con su caricias que recorrian mi piel cubierta de vello, el hombre se dio cuenta y me dijo parece que eres como una de ellas, que delicada. Fue entonces cuando el hombre cogió un dildo de su cómoda y empezó a meterlo por el culo, a mi eso me excitaba y me hacía gemir con fuerza, mientras el hombre me lo metia me acariciaba mientras me decía que era una osa loca y que me encantaba mientras yo tenía del placer del dildo, estuvo un rato repitiéndome las mismas palabras. Hasta que de repente paro y me saco el dildo, yo ya estaba completamente sudado y en un estado raro. Y entonces en hombre empezó a meterme su pene por el culo mientras me decía venga dime qué eres y como te sientes, yo no respondía, en ese momento estaba en éxtasis había alcanzado una excitación máxima y empezaba a seguirle el juego de manera inconsciente, todas esas palabras en ese estado parece que iban quedándose en mi cerebro. El hombre al ver que estaba gimiendo como nunca pero que no le respondía, empezó a decirme, si te han gustado y excitado esas caricias serás porque te sientes como una osa loca con todo ese vello que te gusta tanto no? Ya no te queda hombría solo una fachada de oso, no te parece? Yo ...
... estaba gimiendo y gozando como nunca, pero lo que decía tenía sentido, esas caricias me habían excitado mucho, eso me convertía en alguien afeminado y encima tenía mucho vello corporal, todo lo que decía tenía sentido, mi mente en ese momento estaba siendo manipulada por el hombre como quería y yo había caído en su trampa. Yo le dije que tenía razón lo que decía, que sería una osa. Entonces el hombre sonrió diciéndome que para ello me faltaban unas cosas. Y empezó a decirme una serie de ordenes,: a partir de ahora andarás exibiendo tu culo de una manera femenina, hablaras en un tono más suave y vestiras otras ropas más acordé con tu nueva persona, porque todo eso es lo que hacen las osas como tu, ya no tienes hombría no te queda otra que hacerlo. Yo asentía y repetía todo lo que me decía como un disco rayado: tienes razón no tengo hombría no me queda otra, y es como soy, una buena osa. El hombre termino corriendose dentro de mí, yo al sentir su semen por dentro de mi eyacule también. Después del sexo el hombre había tirado mi otra ropa y me dejó irme con el top rosa que me había dado y unos shorts que marcaban todo mi culo. Cuando me puse a andar ya andaba de una manera femenina apompando todo mi culo,mientras exibia mi ombligo velludo. Desde ese día todo cambio, me volví toda una osa