Historia del chip 022 - Espejo - Daphne 008
Fecha: 24/09/2017,
Categorías:
Incesto
Autor: chopin, Fuente: CuentoRelatos
... no quiero que pienses en tu desnudez. Me gusta que te sientas cohibida, adoro tu timidez, pero si vas a aceptar la hospitalidad de mi amigo a cambio le muestras tu cuerpo con orgullo. ¿Es un buen trato? — Daphne no lo cree, pero hipócritamente sonríe.
—Sé que no sientes demasiado esa sonrisa, pero si vamos a estar juntas te va a tocar acostumbrarte a estar completamente desnuda junto a mis amigos prácticamente siempre. Inténtalo hoy y quizás en un futuro recordemos las dos estos momentos como entrañables.
Jennifer siempre parecía tener razones para todo. La casa estaba abierta y entra directamente en la cocina. Prepara café y tostadas. Tres para ella y una para H4. Se sientan fuera a contemplar cómo se ilumina el día. El expreso de Daphne no dura demasiado ni su mísera tostada con mantequilla. Va a la cocina a por agua, bebe dos vasos y trae uno a Jennifer.
—Gracias, H4.
A Daphne no se le escapa el detalle. ¿No podía ser Daphne en vacaciones y lejos de la escuela? Siente los pechos rebosar. Recuerda que habría que extraerle la leche. Cuando Jennifer lo deseaba emitía una sustancia que inducía leche en Daphne. Y por lo que se veía hoy era uno de esos días o noches.
—Necesitaré que me ordeñes, A1— reconoce Daphne. También estaba obligada a usar ese vocablo.
—Bien, ya no lo recordaba. Si te parece, le ofreceremos tus pechos a mi amigo. Es lo menos que podemos hacer ya que nos hemos autoinvitado a desayunar.
Justo en ese momento escuchan pasos por la ...
... escalera.
—Renoir, soy Jennifer. Y H4. Quería darte una sorpresa.
Renoir sonríe. Mira a Daphne mientras abraza a su amiga. Debía tener unos cuarenta años o más. Era difícil de calcular hoy en día con los tratamientos que surgían como la espuma. Daphne devuelve la sonrisa y espera. Renoir viene a abrazarla, lo que no ayuda a quitarle la turbación que siente. Creía que estaba acostumbrada a desnudarse en casi cualquier situación, pero siempre terminaba fuera de juego.
—Es tan bella como tú. Si necesita algún vestido o un bañador…—ofrece. Jennifer se rie y niega al mismo tiempo.
—No, no es necesario. Verás. Es mi mejor amiga de la escuela de modelos. Pero algo tímida. Así le ayudo a vencer su pequeño problema. ¿Verdad que es maravillosa?
—Sí que lo es. ¿Queréis más café o un desayuno más copioso? Veo que sólo habéis tomado algo de pan— ofrece Renoir sin dejar de mirar a Daphne.
—Yo tomaré algo más un poco más tarde, gracias— dice Jennifer mirando a Daphne que supo qué quería oír A1.
—Yo nada. Gracias, Renoir.
La sonrisa de Daphne quizá resultó demasiado forzada.
—En fin, yo me voy a preparar unos huevos fritos, tostadas y algo de zanahoria— dijo Renoir.
—Antes de que desayunes, Renoir: ¿te gusta la leche materna? — preguntó Jennifer.
Renoir sacude la cabeza sin saber a qué se refiere su invitada. Jennifer le muestra el camino y empieza a mamar el pecho derecho de Daphne. Renoir acepta la invitación y se inclina para degustar el pecho izquierdo. Resulta ...